Hemos publicado, íntegramene, el contenido de los dos números que citamos a continuación:
El Olivo, publicación
de los A.A. Salesianos de Villena, dos números extraordinarios: Septiembre de
1933 y 1934.
De sus páginas, entresacamos algunos de sus artículos y comenzamos con uno titulado: “Villena religiosa” y los textos que figuran seguidamente corresponden a apuntes tomados de los manuscritos del Pbro. Villenense don Salvador Avellán García, fallecido en Villena el 13 de agosto de 1933.
No se puede
precisar con exactitud la fecha en que fue predicado por primera vez en Villena
el santo Evangelio y que, nuestro pueblo, renunciando a las prácticas y
creencias del paganismo, abrazó la religión católica.
Sólo se sabe
que en tiempos de los Godos pertenecía al obispado de Illici -Elche-
Durante la
dominación de los árabes, los cristianos de Villena convivían con los moros,
conservando no obstante su religión y culto católico.
Por
tradición se sabe que tenían su iglesia, fuera del recinto murado, en el lugar
que después ocupó La Tercia, ya
desaparecida. Esta iglesia primitiva fue convertida después en el hospital de
Santa María que, ya en el siglo XIV, existía con el nombre de
Hospital de la Asunción de María.
Este
hospital se trasladó más tarde al sitio que hoy ocupan las Casas
Consistoriales, se llamó Hospital de San Gil, y fue comprado en el siglo XVI
por D. Pedro de Medina, Tesorero de la Iglesia de Cartagena, por la cantidad de
setenta mil maravedíes, con la promesa que cumplió, de edificar el hospital
actual con su iglesia dedicada a la Concepción Inmaculada de la Virgen.
Una vez
verificada la reconquista de Villena por las tropas del Rey D. Jaime I de
Aragón en 1240, la mezquita de los moros fue convertida en iglesia cristiana,
que luego se transformó en la actual parroquia de Santa María.
Fundado ya
el señorío de Villena en 1248, los señores del castillo levantaron en el
recinto del mismo otra iglesia, que ya existía en 1345 y que duró hasta el
primer tercio del siglo XIX. Titular de esta iglesia era la Virgen de las
Nieves, cuya imagen se venera hoy en la parroquia de Santiago.
Como en el
recinto amurallado de la villa no había iglesia alguna y resultaba molesto y
enojoso a los vecinos tener que salir fuera de las murallas para cumplir sus
deberes religiosos, se fundó la primitiva iglesia de Santiago, quizás a
principios del siglo XIV, puesto que en 1348 ya existía con su cementerio anejo
en el que fue enterrada Mari Sánchez, ama de llaves que fue de Sancho Manuel,
de la familia de los Manueles, Señores de Villena.
Esta iglesia
debió ser muy pequeña y estrecha, pues así consta en una bula del Papa Julio
II, y que fue demolida por D. Sancho de Medina en el primer tercio del siglo
XVI para levantar el suntuoso y hermosísimo templo actual.
No se
satisface con esto la piedad de nuestros antepasados que ya en el siglo XV
habían levantado la iglesia de San Sebastián, reedificada en los primeros años
del siglo XVIII, como habían erigido también la de San Benito y luego de la
Santísima Trinidad que fue bendecida por el Obispo Auxiliar de Cartagena en
1524. También les vemos levantar en el mismo siglo XVI la iglesia y santuario
de las Virtudes y las ermitas de San Bernabé, San Juan y San Cristóbal, ya
desaparecidas; en el siglo XVII las de San José, Santa Lucía, Santa Bárbara,
recientemente derribada y La iglesia de San Antón.
Según las
crónicas de la Orden Franciscana, en 12 de abril de 1563, se fundó la ermita de
Santa Ana, que estaba encima de “la Fuente del Oro”, el convento Franciscano de
ese mismo nombre, convento muy pequeño e insalubre que sólo duró 29 años, hasta
que los frailes se trasladaron al nuevo convento que se levantaba en el sitio
que hoy ocupan el Teatro de Chapí y el Parterre.
En la iglesia de San Antón se estableció primeramente la
Congregación de los Padres del Oratorio de San Felipe Neri, hasta que se
trasladaron a la iglesia actual, que aún se llama de la Congregación y que fue
edificada en el último tercio del siglo XVIII. A ese mismo siglo pertenece
también la iglesia del Calvario.
Finalmente
en nuestros días, hemos visto abrirse al culto las capillas del Asilo de
Ancianos Desamparados y del Colegio de las Religiosas Carmelitas de la
Enseñanza, y levantarse la preciosa iglesia de María Auxiliadora, de estilo
gótico, juntamente con el grandioso edificio de las Escuelas Salesianas”.
En las
páginas del citado ejemplar, también figura un extenso artículo titulado:
“Villena y la cuestión escolar” y de sus textos, publicamos los referidos a los
colegios religiosos que en aquel entonces había en Villena.
“Dos órdenes
religiosas: el colegio de la Encarnación (Carmelitas) y el de María Inmaculada
(Calvario) vienen dedicándose desde hace muchos años a la educación de los
niños de Villena. Sus locales, como puede apreciarse, son bastante más aptos
que las viejas escuelas del Estado….
En el
segundo decenio de nuestro siglo, la Congregación Salesiana se establece en
Villena. Una banda infantil de música recorre las calles de nuestro pueblo que
se asombra de la precocidad de aquellos niños y otras muchas manifestaciones de
actividad pedagógica nos dan a conocer un nuevo sistema, nuevos
procedimientos...”
Finaliza el
artículo con unos datos estadísticos de la distribución del alumnado de Villena
y que citamos a continuación:
Colegio del Calvario: 300 niñas y 50
niños.
Escuelas Salesianas: 340 niños.
Total: 1.167 alumnos.
Total: 1.020 alumnos.
El Olivo, septiembre de 1934
Con
artículos interesantísimos de la historia de Villena, continuamos con la línea
marcada en este trabajo de dar a conocer los aspectos religiosos de Villena.
Comenzamos
con el artículo titulado: “La Antigua Cruz de San Benito” y de sus
textos destacamos:
Se levantaba
hace ya muchos años, en una de las entradas de la población. Era una cruz
esbelta, artística y de primoroso estilo ojival.
Se divisaba
desde toda la parte sur de la huerta, y con sus brazos extendidos parecía proteger
los frutos de la misma.
Críticos prestigiosos de arte aseguran que pertenecía a
los últimos años del siglo XIV o primeros del siglo XV y afirman que el fuste
es mucho más antiguo que la cruz.
Después se
levantó la nueva cruz que todos hemos conocido, sencilla y lisa…Esta cruz
también ha sido recientemente derribada.
Terminaremos
diciendo que al pie de ambas cruces iban procesionalmente todos los años, el
día 3 de mayo, la parroquia de Santa María a bendecir los términos y a pedir a
Dios que bendijese los frutos de la huerta y del campo, para que no se
malograse el sudor vertido por tantos trabajadores.
Figura
también un interesante artículo titulado “Para la historia de
Villena” que está firmado por Don Gaspar Archent. Aporta datos muy
curiosos de la historia de Villena y cita el famoso interrogatorio del rey
Felipe II que dio lugar a “La Relación de Villena de 1575”. A continuación
transcribimos varios textos del citado trabajo:
Como una
joya de valor inestimable vino a caer en nuestras manos hace pocos
meses la obra titulada “Relaciones Geográficas, Topográficas e Históricas del
Reino de Valencia, hechas en el siglo XVIII”, publicada en 1919 por Don Vicente
Castañeda y Alcover.
No teníamos idea de la existencia de
estas relaciones hechas en el último tercio del siglo XVIII, en tiempo del rey
Carlos III.
Conocíamos
la “Descripción de Villena” por D. Cristóbal de Mergelina de 1668, que se
conserva en la Biblioteca de la Academia de la Historia, y la famosa
“Descripción de los pueblos por orden del prudentísimo rey Don Felipe II”, por
los años de 1575 al 78, cuyo original se guarda en la Biblioteca del Escorial y
de la que existe una copia en la citada Biblioteca de la Real Academia de la
Historia con el siguiente título “Relaciones Topográficas de los pueblos hechas
por orden del Señor Felipe II”.
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