Si realizáramos un análisis D.A.F.O.
acerca de sus debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades, nos
encontraríamos con una valoración muy optimista a la vez que positiva,
destacando las fortalezas y las oportunidades, que conforme han ido apareciendo
se han ido solucionando. La cohesión de los componentes de la Junta ha
originado que esté considerada y valorada como la mayor asociación de Villena (en
premio a su excelente labor, el M.I. Ayuntamiento de Villena, en el año 2016,
les concedió la Medalla de Oro de la ciudad) que, a través de la federación de
comparsas, es un claro ejemplo de trabajo y dedicación, mejorando día a día su
importante papel en la organización de Fiestas, labor muy comprometida, puesto
que va destinada a varios miles de componentes.
Sus miembros directivos siempre se
han sentido plenamente identificados con los objetivos de la Junta y las metas
se han ido consiguiendo progresivamente.
Entre sus muchos logros y aciertos
destacamos algunos de ellos: La creación de nuevos desfiles y actos: la
elegancia y el empaque de la Fiesta del Pasodoble, los boatos de los
embajadores en La Entrada, el desfile de la Esperanza, el Ecuador Festero, el
traslado de las Embajadas al castillo de la Atalaya, la Conversión del Moro al
Cristiano en el templo de Santiago, previa al inicio de la Procesión y la
potenciación de la Entrada de nuevos Capitanes y Alféreces, marcaron muy
claramente un antes y un después.
Las realizaciones anuales de las
películas conocidas coloquialmente como “de Fiestas”, fueron proyectadas con
asistencias multitudinarias, primero en la sala del Bando Marroquí y
posteriormente en el Cine Imperial.
La instalación de tribunas en
diversos puntos de las avenidas principales de nuestra ciudad marcó otra manera
distinta y más cómoda de presenciar los desfiles.
El sorteo de la lotería nacional del
Turismo, celebrado el 7 de septiembre de 1974 en el paseo de Chapí, dio a
conocer a toda España el desfile de nuestras Escuadras Especiales.
El Congreso Nacional de Moros y
Cristianos celebrado en nuestra ciudad en 1974 y la posterior creación de la
U.N.D.E.F. marcaron el inicio de un liderazgo villenense, aceptado en todo el
ámbito festero.
La década de los años 70 en las
Fiestas de nuestra ciudad brilló en todo su esplendor y como colofón surgió la
compra del palacio de los Selvas en la plaza de Santiago, para convertirla en
sede social de la Junta, con la puesta en marcha del Museo Festero y de un gran
patio para la celebración de todo tipo de acontecimientos.
En enero de 1971, la Junta Central de Fiestas, que ya llevaba oficialmente
once meses de vida, con el fin de crear un lazo de unión con las comparsas y
con sus socios, publicó el primer boletín mensual titulado Día
cuatro que fuera…, su anagrama, compuesto por el escudo de la Junta Central
y el título, lo realizó el dibujante local José López Ferrándiz; el boletín
constaba de cuatro páginas y se realizó una tirada de 1.600 ejemplares.
Las presentaciones de Regidoras y
Madrinas fueron alcanzando una gran brillantez, utilizando los grandes recintos
festeros. Se crearon las madrinas, capitanes y alféreces infantiles; y se les
dio más realce a las figuras del capitán
y alférez.
Como culminación, en la década de los
años 80, la incorporación de las mujeres villenenses como socias de pleno derecho
en todas las comparsas, iniciativa que la consideramos como la más
transcendental e importante que acaeció en estos últimos cincuenta años y que
gracias a su participación, las Fiestas de Moros y Cristianos de Villena gozan
de gran reconocimiento en todo el ámbito mundial.
Hasta aquí, la primera parte de su
existencia, con los actos del 50 aniversario surgirá una segunda etapa, que probablemente
también esté rebosante de historia, fruto de la dedicación de las comparsas y
sus festeros a engrandecer Villena y sus Fiestas.
Joaquín
Sánchez Huesca
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