En este año de 2020, se cumplen cien años del inicio de la práctica del fútbol en Villena. En la revista del Club del Pensionista "Nuestra Atalaya" hemos encontrado un extenso trabajo que realizó el villenense Juan Ugeda Lucas y que recoge un interesante resumen de la aparición y posterior evolución del fútbol en en nuestra ciudad.
Los que somos más jóvenes hemos conocido los dos campos clásicos, el del colegio Salesiano y el de la Solana, pero hubieron tres campos más que es importante que los recordemos:
El Grec, El Rubial y La Celada.
Recomendamos su lectura, amena, interesante y con gran descripción de fechas, nombres y otras curiosidades futbolísticas.
Estos trabajos nos ayudan a conocer mucho mejor nuestro pasado y en este blog consideramos importantes darlos a conocer.
“Algo de historia del
fútbol villenense”
Juan Ugeda Lucas. Revista Nuestra
Atalaya del Club del Pensionista, nº 43 de mayo 1988
El mismo año de mi
nacimiento 1917, es cuando llegaron a Villena los primeros salesianos para
establecer aquí su institución. Aparte de sus muchas enseñanzas cristianas e
intelectuales, fueron los pioneros en practicar en esta localidad el fútbol
balompié, juego importado por la "Rubia Albión". Y muy pronto lo
asimilarían aquellos estupendos educadores, inculcando a los niños este deporte
para fortalecer su constitución física. De su gran labor, con terreno bien
abonado y buena semilla, los frutos pronto germinaron.
Como en sueños...,
borrosamente recuerdo a los primeros jugadores locales que iniciaron una sana
afición, muy al contrario de hoy en que el deporte ha degenerado en un
espectáculo materialista, influyendo ello para que por algunos clubes y
seguidores (no todos), con un partidismo fanático muy próximo a la demencia, y
como círculo vicioso de epidemia colectiva, se hayan tenido que lamentar muchas
víctimas (la gran mayoría inocentes) en algunos estadios, los cuales se
debieran de respetar como si de templos se tratara porque su finalidad es
deporte puro para hermanar a los pueblos.
Sobre el año 1923 ya
empezaron a destacar algunos jugadores cuyos nombres o apodos, para mejor
recordarlos, fueron estos que se mencionan, siempre, claro está, salvo algún
error u olvido: Manolico Bonastre; Juanito Soler "el de la fonda";
Pepito "Pajalarga"; Paco Hernández; Agustín Michavila; Fernando
Cortés; Requena; el "Chato Gran"... Estos jugadores tuvieron el
privilegio de inaugurar un campo tapiado (del cual todavía existen unas ruinas)
llamado “El Grec” que fue construido en terrenos cedidos por Dª Josefa Amorós,
a quien cariñosamente se le conocía como "Pepeta".
La segunda época, que
podríamos calificar como "edad de oro" del fútbol local, comprende
desde los años 1935 a 1955. En estos cuatro lustros la afición era tal, que
Villena, contando solamente en el año 1935 la mitad de los habitantes que hoy,
jóvenes de 16 a 20 años formaron muchos equipos de los cuales salieron varios
jugadores: que se incorporaron a clubes de categoría nacional.
Entre ellos, Pedro
Galipienzo que lo hizo en el Valencia C. de F., Evelio Sáez, en el R.C.D.
Español de Barcelona; Rafael Díaz, Pomares en el Gimnástico de Tarragona;
"el Almanseño" en el Real Murcia.; Luis Marcos, en el de Ferroviaria
de Madrid; Oliver y Cerdán en el Hércules de Alicante; "Luiche" en el
Villarreal; Manolo Herrero, que actualmente defiende los colores del Real
Murcia, y que por coincidir con otro del mismo nombre en este equipo se le
conoce más por el apellido paterno: Herrero. Como indico anteriormente, puede
haber más que involuntariamente se hayan olvidado.
Los cimientos de la
cantera local tuvieron su origen en estos equipos: Sporting; Rácing; Español;
Orejón; Rayo; Tercia; Terror; Ideal; Losilla; Santiago; Avance; Tercio;
Pedrera; Villenense... Creo que al mencionar los nombres de estas
"peñas" algunos las recordarán con grata nostalgia. Muchas cuartillas
se rellenarían solamente sintetizando lo que ha sido nuestro fútbol local, pero
solo destacaré los hechos más salientes que recuerdo Desde que este deporte se
inició, siete campos o estadios hemos tenido: "El Grec", "El Rubial"
y "La Celada" son ya desaparecidos, pero viene a mi mente los
numerosos triunfos que hemos saboreado en sus canchas. Hoy tenemos el orgullo y
satisfacción de contar con cuatro: El del Colegio Salesiano, "La
Solana", Ciudad Deportiva del Círculo Agrícola Mercantil, y el
Polideportivo Municipal. Un servicio para estimular a nuestra juventud a que
continúe cosechando trofeos siguiendo el camino de sus abuelos.
Estas reseñas insertadas
corresponden hasta el cierre del campo de "La Celada", exceptuando
algún dato mencionado como de actualidad. Por eso este humilde cronista
agradecería que algún aficionado siguiera, desde esa fecha, contando esta
nuestra gran historia.
Una larga lista de
entrenadores de gran valía han contribuido para que el nombre de nuestra patria
chica haya sonado en categorías nacionales y recuerdo alguno de ellos:
Olivares, Romero, Pepe Rey, Bouza, Evelio Sáez, Ruiz Sosa, Parra, Solsona,
Cerdán, Luiche y Patiño, entre otros.
Figura destacada por su
gran labor altruista en pro del deporte local ha sido don Antonio Amorós
Cerdán, conocido por sus condiscípulos en el colegio salesiano como
"Antoñito Amorós". Los villenenses aficionados al fútbol no podemos
olvidar a este paisano nuestro que por ser socio de Honor del Real Madrid e
íntimo amigo del que fuera presidente de dicho Club don Santiago Bernabéu,
tuvimos la suerte de ver en la cancha de "El Rubial" y posteriormente
en la “Celada", al coloso equipo madrileño.
Otros equipos de solera
futbolística también pasaron por los campos villenenses, entre ellos, el
Atlético Aviación (más tarde titulado como actualmente Atlético de Madrid),
Valencia, Español, Murcia, Hércules, Levante, Alcoyano, Sabadell...
Por las plantillas de los
equipos titulares de Villena han pasado cientos de jugadores, aficionados y
profesionales. Solamente voy a citar a algunos locales que pasaron por los
campos de "El Rubial" y “La Celada", fichados por nuestro primer
equipo, haciendo mención solamente a los que yo recuerdo y a los que algunos
aficionados me han aportado. Son… Galipienzo, Palero, Evelio, Várez, Pomares,
"Limones", Marcelo, Córdulo, Botella, Sáez "el Carbonero",
Velasco, Perico "el Tornero", "Chatico Milán", "Rojico
Ortín", "Carujo”, Arellano, "Rasca", Cuéllar, Eladio, J. Gran,
"el Tocón", Molina, Guardiola, "Almanseño", Marcos, Oliver,
Norte, Cano, Bonet, Casildo, Pablo, "Carbonerico", Benito, Pepito
"el Chulo", "Taboro", “el Pana", Luisico
"Santana", Fernando Milán, Pardo, “Pardico”, Camarasa, Andrés Menor,
Richart, Paquito Clement, Postigo, Bernardico, Alfonsico, Machero, Navalón,
Valera, Cerdán, "Luiche", Andrés "el Ruso", Pastor,
"Sajeño", Vicedo, "Peperrús" "Taboro"...
Para la gran mayoría de
estos jugadores, sus entrenamientos comenzaban a las siete de la mañana hasta
la hora de "currelar" (léase trabajar), y por las tardes, después de
la jornada, seguían ejercitándose con la luz de la luna.
Como dato curioso hago
referencia a que por los años cincuenta, y durante unas temporadas, actuaron en
el Villena cinco canarios (pero no flautas), ya que procedían de nuestras islas
"Afortunadas", los cuales nos deleitaban con el estilista y precioso
juego que se desarrollaba en aquellas maravillosas tierras. Fueron estos: Cano,
Ruperto, Pepucho, Guerra y Wilson.
Muchas anécdotas se
podían reseñar de los que fueron los deportistas iniciales del fútbol en
Villena, para los cuales sus primeros "estadios" eran las calles de
la ciudad, las eras, y el solar existente entre las vías del ferrocarril M.Z.A.
y las de la V.A.Y., (quizás más conocido por "el Chicharra"), y que
popularmente se ha venido llamando hasta hace poco tiempo "las dos
vías". Recuerdo que por los arios treinta, en la amplia "calle
Ancha", jugábamos en plena calzada con pelotas de trapo o alguna (si
acaso) de goma; y si por casualidad circulaba algún coche, el chofer, sonriente,
nos claxonaba para darle paso. A los carros y burritos que transitaban, y que
no eran pocos, ya nos encargábamos nosotros de hacerles un vistoso regate.
A diez pesetas, ascendían
las subvenciones que se nos daban como mitad de su importe por los desplazamientos
a pueblos cercanos como Biar y Benejama. Para poder "ahorrar" algo,
los que tenían bicicleta efectuaban el traslada con su vehículo; otros en el
portaequipajes de ella, y algunos andando. Recuerdo que en cierta ocasión se
nos pagó por un amigo yeclano la "friolera" (nada menos), que de
veintidós pesetas, A la vista de esta cantidad nos permitimos el
"lujo" de alquilar el "Buick" del popular Capelo quien nos
empaquetó a los doce jugadores (contando el "reserva"), como sardinas
en cuba. Pero nosotros realizamos el viaje como si de un "Mercedes"
se tratara.
También sería
interminable relatar aquí las "luchas" deportivas entre "eternos
rivales" comarcales, como eran "La Unión Frutera" de Novelda;
Eldense; Yeclano; Almansa... Revive en mi mente, porque el protagonista fue un
servidor, un caso insólito en la historia del fútbol. Sabemos que en la fiesta
de los toros siempre han habido "espontáneos"; pero ¿y en un partido
de balompié?... Pues también los hubo: Yo fui un espontáneo... y además,
realizando "una gran faena"; pero en vez de recoger aplausos como los
"muletillas" que empiezan, mis trofeos consistieron en lluvias de
"piropos", de frasecitas...
El guión de este capítulo
de mi vida fue de esta manera: El equipo del Biar C.de F. contrató a nuestro
"Deportivo Terror", y dada la importancia de tal encuentro, y con el
fin de no hacer el ridículo, decidimos reforzarlo con algunos amigos del
conjunto "El Ideal" para lo cual se escogieron, de uno y otro
equipos, los mejores. Los "menos buenos" fuimos (yo entre ellos)
desplazados. No puedo definir lo que sentí al verme en esta situación...
Da comienzo el partido.
Mis nervios de punta...; me encontraba detrás de la portería del Biar, vestido
de paisano y animando a los miles... En un saque de esquina lanzado
magistralmente por Luisico "Santana", ya no pude contenerme; salí, y
al estilo de Zarra, metí un "golazo"... Y a continuación, para
esquivar las "flores" que me echaban tuve que agilizar mis largas
piernas y utilizar a "toda marcha" el coche de San Fernando. Para mí
que había ganado la carrera olímpica, pero sin subir al "Pódium"...
Es obligado dedicar un
Réquiem y un afectuoso recuerdo para los que pasaron a mejor vida. Como símbolo
de las generaciones nombradas al principio destaco al primer Presidente que
existió cuando se jugaba en "El Rubial" y que fue D. Diego Pardo
Navarro al cual, por el cariño a los colores de su club, la familia deportiva
lo premió con una placa honorífica que se colocó a la entrada de los vestuarios
de este campo mencionado y posteriormente en el de "La Celada". Entre
los muchos que ostentaron la presidencia del club titular en las distintas
épocas, y que se entregaron totalmente por el engrandecimiento y consecución de
éxitos futbolísticos, cabe destacar a uno de los últimos habidos antes de
formarse la actual Junta Rectora. Era un hombre dinámico, emprendedor,
entusiasta y a la vez amigo de todos, y se llamaba Francisco Moya Soler.
Y para terminar, quiero
dedicar un cariñoso homenaje a Directivos, Entrenadores, Doctores, Sanitarios,
Masajistas, jugadores locales y forasteros, personal de la Cruz Roja,
empleados, así como también a todos los aficionados, porque al trabajar en
equipo se ha conseguido que el pabellón deportivo de nuestra ciudad haya
brillado para honra de Villena.
En la mayoría de las
historias narradas existen olvidos, errores. En esta ingenua y atrevida es
posible que encontréis algunos, pero este aprendiz de cronista os pide perdón
por ellos.
Juan Ugeda
Lucas
Publicado en
la revista Nuestra Atalaya, nº 43. Club
del Pensionista de Villena, mayo de 1988
Complementamos éste artículo, con algunas fotos de diversos equipos de fútbol del Villena a través de los primeros años de actividad: