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Itinerarios musicales de Ruperto Chapí - 1879


1879
            Estrena la Fantasía Morisca bajo la dirección de Tomás Bretón. Poco después estrena la Sinfonía en re y una Polaca de concierto.

Primer concierto de la sociedad de profesores

Esta tarde a las dos, se verificará en el Teatro y Circo del Príncipe Alfonso, el primer concierto de la sociedad de profesores, que dirige el señor Vázquez.
En la primer parte, en segundo lugar, se interpretarán dos piezas en forma de canon, instrumentadas por don Ruperto Chapí (primera vez), de Schumann.

La mañana, 02-03-1879

LOS CONCIERTOS DE PRIMAVERA -  UNA SINFONÍA DE CHAPÍ: MARCHA EN RE MENOR

El concierto del domingo, penúltimo de la temporada, no fue tan bien recibido por el público como otros, a juzgar por las pocas repeticiones. Nueva injusticia del público.
La única obra repetida fue la Rapsodia húngara de Liszt,  pues aunque se pidió la repetición de la overtura Paragraph tercero, de Juppé, no pudo obtenerse.
 Las demás obras ejecutadas eran el scherzo de la segunda sinfonía de Marqués; la overtura de La part del diable, de, de Auber; el adagio del quinteto en si bemol, de Mendelssohn; la marcha del Profeta, do Meyerbeer, y la sinfonía en re menor, de Chapí.
 De esta última vamos a ocuparnos exclusivamente, a á ocuparnos exclusivamente, porque era la única novedad del concierto.
 A los que creen que Chapí, legítima esperanza hoy, y gloriosa realidad mañana,  sin duda alguna, del arte lírico español, no debe componer sinfonías de corto clásico, por que estas no son de la época moderna; pugnan bastante con las nuevas tendencias del arte y comprimen la inspiración de los jóvenes compositores, cuando deben dejarla volar libremente hasta formar gusto y estilo propios (opinión de que no estamos lejos de participar), se les debe hacer observar en esta ocasión que el señor Chapí ha escrito esta sinfonía porque tenía obligación de hacerlo en el tercer año de su pensión en Roma, y formaba parte de los últimos envíos hechos por la Academia de Bellas Artes de España en aquella capital.
 Nosotros creemos, a pesar del respeto que nos merecen las sinfonías clásicas de los grandes maestros, que la verdadera sinfonía moderna es la sinfonía dramática con solos y coros, escrita sobre un poema cualquiera de los que hoy pueden ser fuentes de inspiración, obra que responda a una idea y que expresa perfectamente los sentimientos que de ella se desprendan. En este concepto veríamos con gusto que Chapí, Bretón, Rubio y los demás jóvenes compositores que forman la base del porvenir musical de España, se dedicasen a escribir sinfonías como la fantástica de Berlioz, como la reciente da Benjamín Godard y como tantas otras, dramáticas, que constituyen la verdadera sinfonía moderna, en vez de consagrar sus grandes dotes a la tortura de procedimientos y fórmulas antiguas, que no se avienen con los desarrollos de la moderna regeneración musical.
La sinfonía, dice un reputado crítico, tal como nació en manos de Haydn hasta llegar á su completo desarrollo y marcar el apogeo del género bajo las inspiraciones titánicas de Beethoven, constituye hoy un verdadero anacronismo artístico.
A pesar de todo esto, hemos de confesar, porque así es la verdad, y no hemos de faltar a ella por nada ni por nadie, que la sinfonía de Chapí que nos ha dado margen a estas consideraciones, es una obra verdaderamente importante, que hace muchísimo honor a su joven maestro, a despecho de todas las indiferencias.
Riqueza do armonía, variedad admirable de timbres, motivos llenos de grandeza, en general, y de originalidad; una inteligencia segura de los efectos instrumentales, dentro de las condiciones del arte sinfónico, toque magistral en la exposición, ingenio sutilísimo en los procedimientos del desarrollo; todo esto, dice el señor Peña y Goñi, con quien estamos en esta ocasión completamente conformes, todo esto, realzado por una hermosa unidad de estilo, son las dotes que el señor Chapí pone de manifiesto en su primera sinfonía, tanto en el primer tiempo, cuyo adagio es un exordio admirable que prepara dignamente a la vista del edificio musical, como en el andante, notable por sus originales frases y múltiples trasformaciones, como en el scherzo y el último tiempo; peroración brillantísima de toda la obra, en la cual la trivialidad aparente de ritmo desaparece entre la riqueza de combinaciones del motivo, tratado a lo Beethoven con maestría especial.
El primer tiempo adagio y allegro apasionato, empieza por una melodía patética, que se resuelve en combinaciones orquestales hechas por los procedimientos beetovianos. Un crescendo parcial prepara un tutti final de gran efecto. Este tiempo ha resultado un poco confuso, sobre todo para los que no tienen en cuenta que toda música seria, requiere más de una y más de dos audiciones.
El segundo tiempo, andante con molto expresivo, empieza por una bellísima melodía pastoril; después tiene unas magníficas frases de marcha en el metal; enseguida una melodía italiana, desarrollada con gran amplitud en los violines; y por último se repiten las frases de marcha como prólogo do un pleno de orquesta de grandísima sonoridad y magnífico efecto, que termina apagándose gradualmente. Este tiempo fue muy aplaudido y valió al señor Chapí una gran ovación con frecuentes llamadas del público.
 El tercer tiempo, scherzo y presto, es muy original, alegre, animado y expresivo, y el cuarto, molto, allegro e vivace,  contiene verdaderos prodigios de instrumentación; es el menos clásico, es el más espontáneo, el más digno de un artista moderno, aunque la trivialidad de su ritmo le haya producido algunas censuras.
En suma, felicitamos de todo corazón al señor Chapí y a su maestro el señor Arrieta, y esperamos nuevas ocasiones en que aplaudir al joven compositor.
E. M.

Crónica de la música, 03-04-1879

LOS CONCIERTOS DE LA UNION ARTÍSTICA

La  misma satisfacción que experimentamos reseñar el primer concierto del señor Bretón, tenemos hoy al consignar, aunque ligeramente, nuestras impresiones sobre el segundo. La concurrencia, que era mucho más numerosa de lo que permitía el anchuroso teatro de Apolo, pues hasta en los pasillos había personas que no habían podido obtener a ningún precio localidades, quedó a su vez, más que complacida, entusiasmada; y la justísima fama que ha adquirido la Unión Artística y su director el señor Bretón, quedó consagrada de la manera más solemne y expresiva…
La segunda parte del concierto se componía de una nueva obra del señor  Chapí, dividida en cinco tiempos y titulada Fantasía morisca, obra que proporcionó a su autor una entusiasta ovación, por la cual le felicitamos, así como a su maestro el señor  Arrieta. Aunque no todo lo que quisiéramos, tenemos que detenernos algo al dar cuenta del éxito de esta obra.
Distínguese especialmente, como es natural, por el carácter árabe sostenido en toda ella y por las ideas elegantes y distinguidas que contiene; circunstancia esta última bastante difícil por cierto en los tiempos que corremos y en este género, más que en otros, por la corrupción que han ido estableciendo tantos cantaores y cantaoras y tanto compositor de flamenco.
 El primer tiempo es elegantísimo, noble y tranquilo. El segundo, marcha al torneo, es el menos importante y más vulgar, pero tiene mucha vida; la glosa de la cuerda pertenece á un género distinto del resto de la obra. Aun en este tiempo revela el autor su peculiar distinción. El tercer tiempo, meditación, constituye una página corta, llena de poesía y de carácter, con giros muy nuevos y siempre distinguidos, que no se repitió por estar unida a la serenata, que es la verdadera pieza capital de la obra. Tiene la serenata ritmos muy picantes, sobre los cuales juguetean dos melodías, una menor en la primera parte y otra mayor en la segunda, con imitaciones sobrias y ricas del mejor efecto. Este tiempo fue aplaudido con entusiasmo, y repetido. El final se compone de la idea de la marcha al torneo y de un crescendo de mucho brío y novedad. El conjunto de toda la obra es bellísima y constituye un trabajo muy notable. La instrumentación es pintoresca, pero demasiado fuerte quizá en general tratándose de un género tan especialísimo.

Crónica de la música, 01-05-1879

Cantata a El Cano, del maestro Arrieta y adaptación de I Marinari de Rossini por Chapí

            Importante bajo más de un concepto ha sido la solemnidad con que la Sociedad geográfica ha querido conmemorar este año el recuerdo de uno de los más ilustres marinos con que se envanece la historia patria, el recuerdo de Juan Sebastián el Cano.
            La última obra relacionada con dicho personaje fue ejecutada el sábado 31 de mayo en el paraninfo de la Universidad en presencia de S.M. el Rey y fue una cantata, poesía del señor Campo Arana, escrita para coro de hombres y orquesta, y dedicada a la memoria de El Cano.
            El redactor de esta nota de prensa felicita muy sinceramente al maestro Arrieta por dicha composición y continua su crónica indicando que en solemnidad del momento, se ejecutó también el dúo I Marinari de Rossini, en cuya instrumentación el señor Chapí había dado nueva prueba de su talento y su pericia.
Se complementó este gran concierto con un coro de Marina, el preludio de Guzmán el bueno del señor Bretón y la marcha de las antorchas nº 3 de Meyerbeer.
            La orquesta estuvo dirigida por el señor Bretón, quien ejecutó perfectamente todas las piezas y en la de la cantata del señor Arrieta, quedó demostrada las notables condiciones de director que tanta reputación le han conquistado.
P.
Crónica de la música, 05-06-1879

Subasta coliseo regio

El jurado calificador de la lista de la compañía que ha de actuar en el Teatro Real y que se compone de los señores Arrieta, director de la escuela nacional de Música, presidente y de los vocales señores Saldoni, presidente de la sección de música de la academia de San Fernando, don Antonio Arnao, don Ruperto Chapí y don Joaquín Espín y Guillén; ha examinado la presentada por el empresario don J. Fernando Rovira y por unanimidad ha declarado que la cláusula tercera del pliego de condiciones bajo el cual se subasta el regio coliseo, ha sido cumplida en todas sus partes, debiendo hacer presente además, en obsequio de la justicia que, respecto del número de ciertos artistas principales y de cuerpo de coros, el señor Rovira ha cumplido con exceso la obligación que tenía contraída.

La Correspondencia de España, 08-09-1879


INAUGURACIÓN DEL GRAN SALÓN DEL CONSERVATORIO

            Detalle del programa de la función que se verificará mañana viernes, con asistencia de SS. MM. AA. a beneficio de las provincias de Levante  y como inauguración del nuevo salón-teatro.
            En la primera parte y como sexta obra a interpretar, figura la serenata y final de La Corte de Granada, fantasía morisca a gran orquesta, del maestro Chapí.
            El programa estaba compuesto por catorce obras y la orquesta sería dirigida por los señores Zubiaurre, Chapí y Bretón.

Crónica de la música, 04-12-1879

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