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Itinerarios musicales de RUPERTO CHAPÍ - 1899


1899  
Estrena La Cara de Dios de Carlos Arniches, la señá Frasquita y las buenas mozas.
Tournée artística comenzando en Villena

El empresario del Circo de Parish en Madrid, don  Manuel Figueras, tiene el  propósito, una vez terminada la temporada de cuaresma, de emprender una “tournée”  artística con la notable compañía  de zarzuela “grande” que dirige el aplaudido bajo don Miguel Soler.
Dicha “tournée” comenzará probablemente por Villena, patria del insigne maestro Chapí, donde se cantará su última producción musical Curro Vargas y alguna que otra obra. Del eminente compositor.
De Villena irá la compañía al teatro Principal de Alicante, donde dará tres o cuatro representaciones, haciendo lo mismo en Murcia, donde se verificará el estreno de la ópera María del Carmen con asistencia de su autor el ilustre, maestro Granados.
Desde esta capital marchará á Valencia y de allí á Barcelona, saliendo después con dirección a San Petersburgo en donde está contratada para quince funciones  y donde será la primera vez que se oiga música española cantada por artistas también españoles.
Es muy posible que la excursión artística que prepara el empresario señor Figueras  abrace también Suecia e Inglaterra.   

El Heraldo de Murcia; 04-01-1899

Estreno de La Chavala

Con objeto de dirigir los ensayos y presenciar el estreno de La Chavala en el teatro Princesa de Valencia, a dicha ciudad han llegado José López Silva y Ruperto Chapí.

Heraldo de Murcia, 11-01-1899

Estreno de la Revoltosa

El libro, muy literario, muy culto, muy bien hecho hace honor al nombre de  sus autores, y en él se admiran algunos de los  incomparables diálogos de López Silva, que tan merecida reputación le han creado. Es seguramente uno de los más artísticos que se han escrito para este género de teatro: rebosante de ingenio y sin las chocarrerías groseras y de brocha gorda de tantas otras producciones.
La música es inspiradísima: gustaron todos sus números, especialmente unas bonitas guajiras que se repitieron y un dúo precioso, página musical bellísima que también se repitió entre aplausos entusiastas: música hecha con cariño por uno de los más ilustres mantenedores del arte lírico español.
La ejecución que la obra obtuvo fue notable, debiendo mencionarse a las señoritas Franco, Asensio, Pueyo (María) y señora Echevarría: y a los señores  Pérez-Soriano, Sola, Estellés, Salvador y Martín.
 Sobresalieron de entre todos la Franco y Pérez-Soriano, que fueron aplaudidísimos en el dúo mencionado, que cantaron admirablemente.
Las guajiras fueron cantadas con mucha intención por la Asensio y  bailadas con no menos gracia por María Pueyo.
 Al terminar la representación el público llamó á escena al maestro Cereceda, que dirigió con su acostumbrado acierto la obra, y a los intérpretes de esta.
La Revoltosa figurará bastantes noches en el cartel y será tan aplaudida como anoche.

El Heraldo de Murcia, 31-01-1899

Continúa el éxito de la Revoltosa en el teatro Romea

 Este coliseo continúa viéndose favorecido por el público, a lo cual son muy acreedores los artistas de la compañía Cereceda, por el esmerado desempaño que obtienen cuantas obras son puestas en escena.
La revoltosa continúa siendo muy del agrado del público, que todas las noches aplaude y hace repetir las guajiras y el hermoso dúo, tributando unánimes manifestaciones de agrado a las señoritas Franco, Asensio y María Pueyo y a los señores Pérez-Soriano, Sola y Estellés principalmente.
Anoche, con una numerosa concurrencia á pesar de lo avanzado de la hora, se puso en escena en último lugar la zarzuela Al agua patos, que dio ocasión a que las tiples señoritas Asensio y Gómez lucieran sus esculturas formas, único atractivo de una obra exenta de todo mérito como la mencionada.
Se anuncia para muy en breve el estreno de La chavala, celebradísima producción de los mismos distinguidos autores de La revoltosa, señores Fernández Shaw y López Silva y el eminente maestro Chapí.

El Heraldo de Murcia, 31-01-1899

Ruperto Chapí: Entrega y dedicación en sus trabajos. Un repaso a su obra y un paseo por su casa familiar.

            El autor eminente de La Bruja trabaja tanto, produce de tal suerte que asombra a todos su fecundidad. Difícilmente habrá teatro en España que no lleve en su repertorio las obras de Chapí, ni cartel donde no figuren; y esto que demuestra palpablemente la actividad incansable del compositor no es lo que constituye su labor entera, porque después de escribir una partitura inspirada y genial para una obra en tres actos y estrenar en el curso de la temporada ocho o diez piececitas, aún le queda tiempo suficiente para componer un número de brillantez soberana y mérito indiscutible con destino a los conciertos de Primavera y Otoño.
            No tiene tranquilidad ni reposo, y por eso asombra más aún la lista interminable de sus obras de preparación.
            Recorre todos los días los teatros donde tiene ensayos, escribe, compone, lee cuidadosamente las obras que le levan para someterlas a un buen juicio acreditado, aguanta pacientemente las latas que le dan, y franco y sincero siempre, dice su opinión con lealtad.
            Esto es tan cierto, como lo es también que aunque una obra sea muy hermosa, como él no sienta las situaciones que se le ofrecen, no la hace. Es de los que creen que las cosas es preciso hacerlas sin esfuerzo, único modo de que resulten bien; y como en su larga carrera artística ha tenido claras pruebas y demostraciones evidentes de su teoría, no se somete jamás a hacer ninguna obra que él no esté seguro de interpretar bien.
            Ha sido muy discutida su celebridad, lo cual quiere decir que, efectivamente, es hombre de inteligencia superior; y aunque adversarios y enemigos enconados, no les concedió jamás beligerancia y siguió trabajando sin preocuparse… Cada quince días, poco más o menos, Chapí estrena una obra,
            Obras son amores…y el insigne maestro piensa que el discurrir es perder el tiempo; por eso a los ataques de sus adversarios contesta con nuevas partituras que el público se encarga de aplaudir y popularizar.
            Es interminable el catálogo de sus obras. Sólo trabajando como Chapí trabaja se comprende que sea quizá el compositor que más derechos cobra.  El moderno repertorio compónese en su mayor parte de obras del popular maestro y pasan de quince mil duros anuales lo que los derechos de representación le producen.
            Profano como soy e ignorante de los secretos del divino arte, no me atreveré a hacer comparaciones, odiosas siempre, entre este genial compositor y los que con él comparten en la actualidad nuestra escena; pero lo que sí aseguro es que ninguno como él sabe colocarse en la verdadera situación y adaptar los números de música al carácter de los personajes que la interpretan.
Ejemplos, el magnífico redoble del Tambor de granaderos, composición musical valiente y delicada que trae a nuestra imaginación el recuerdo de los  Reiselbider de Enrique Heine; el coro de vendimiadoras de Las Campanadas, el dúo de Las Bravías, y en música de concierto las páginas eternamente bellas de la Fantasía Morisca.
            En todas sus producciones hace Chapí gala de sus profundos conocimientos musicales, juega caprichosamente con el ritmo, derrama raudales de ingenio melódico dando a todo el más delicado color instrumental, y burla burlando, en el más insignificante número halla el maestro insigne la manera de deslizar verdaderas lecciones magistrales del arte de modular.
            El maestro Chapí habita en una de las más lujosas casas de la Carrera.
            Desde que se pone en pie en el vestíbulo, adviértense por todas partes huellas que no dejan lugar a la más ligera duda. Aquella es la casa de un artista.
            Retratos del maestro, retratos de los infinitos intérpretes de sus obras, fotografías de las escenas más culminantes de una zarzuela, caricaturas, portadas de las partituras que más celebridad adquirieron, colocado todo en artísticos cuadros; no hay un suelo hueco desocupado a lo largo de las paredes.
            Penétrase por fin en el santuario. El despacho del maestro es una preciosidad. Los muebles, estilo Renacimiento, revelan riqueza y exquisito gusto; los estantes que rodean la habitación adórnanse con afiligranados trabajos; al otro lado de la mesa un gran sillón, de alto respaldo, con clavos triangulares. Recios cortinones de terciopelo rojo con bordados de seda negra caen a lo largo de las paredes cubriendo las puertas. Muebles esparcidos por la habitación en artístico desorden. Una gran fotografía en magnífico marco, de Ramón Carrión y Vital Aza, teniendo colocado en el centro de ambos al célebre maestro. A un lado y a otro grandes coronas con largas cintas que lucen inscripciones encomiásticas, barros cocidos, termómetros artísticos, relojes, mayólicas, fotografías con dedicatorias expresivas..., -que sé yo- El inventario de todo lo que aquella habitación encierra ocuparía largas e interminables páginas.
Sobre la mesa de trabajo rimeros de papel, cerca un atril, y al lado un hermoso piano.
Chapí, según confesión propia, toca muy mal este instrumento. Todas sus composiciones van a los ensayos sin que el maestro conozca el efecto de lo compuesto por él hasta que lo oye ejecutado por la orquesta. Escribe sobre el papel según se le ocurre, ordena y distribuye el instrumental, y ya no se ocupa de más hasta que en los ensayos escucha sus producciones.
Es a veces un poquito soberbio el maestro Chapí. Recuerdo que en una ocasión, el público se dividió y mientras una parte aplaudía, otra protestaba a la inclusión de un número de música. Chapí, que dirigía la orquesta, empuñó la batuta nerviosamente y, quieras o no, nos repitió el número en medio de un escándalo regular.
En otro estreno, y hallándose también dirigiendo el maestro  su obra, al ejecutar un número descriptivo, en el que, si no estoy equivocado, la flauta imitaba con insistencia el canto del mirlo, el público tomó a chacota lo del mirlo, y cada vez que la flauta  ejecutaba la melodía, una carcajada estruendosa resonaba en la sala…Chapí, asombrado primero, riéndose del público después, sin cortar el número hizo una indicación para que no se repitieran las notas del mirlo…
Dios sabe lo que aquella noche pensaría el maestro de la ignorancia de las gentes.
Como dije antes, Chapí, cuya carrera musical empezó siendo director de una banda militar, para llegar al sitio en que hoy sus méritos le han colocado con estricta justicia;  Chapí, gran compositor, es también hombre de ameno trato y nada común ilustración.
Quiso ridiculizar en una ocasión la moda que ciertos periódicos trataron de imponer, obligando a nuestras celebridades  a que hiciesen con destino a la publicidad sus declaraciones íntimas, y con graciosa intención y fino genio mató la moda apenas iniciada.
Allí decía que la flor de su preferencia era que le llamaran…hermoso. Que sus escritores favoritos son todos…los que lo son; y por último, al preguntarle que cómo quisiera morir, respondía: -Hombre…ya que no hay más remedio, con cierta dignidad-.
Al comunicar a sus amigos el maestro  Chapí el nacimiento de su noveno hijo, como tuviera cinco niñas y cuatro varones, siempre que le preguntaban el número de hijos que tenía, contestaba:
            -Todo el pentagrama, cinco líneas y cuatro espacios-

José Juan Cadenas
La Ilustración Artística, Barcelona, 13-02-1899

Teatro Romea de Murcia: Las Bravías

Anoche se verificó el estreno del sainete lírico en un acto titulado Las bravías, letra de los Sres. López Silva y Fernández Shaw y música del maestro Chapí.
            La nueva producción obtuvo un éxito mediano.
El libro está muy bien hecho, y en él sobresalen algunos de los ingeniosos diálogos chulescos del popular López Silva.
 En cambio la música ofrece bien poco de particular, a pesar de llevar firma tan respetable como la del ilustre don  Ruperto
En su ejecución estuvo muy acertada, manteniendo el fiero carácter del personaje, hábilmente domado al fin, la tiple, señorita Blanch, mereciendo también ser mencionados la señorita  Meléndez y señores Pérez Soriano y Estellés.

Heraldo de Murcia, 08-11-1899


Estreno en Cartagena de La cara de Dios

En el circo de Parish se estrenó dicho melodrama, escrito por Arniches. Destacó el veterano José Mesejos que hizo el papel de albañil Camuñas, papel digno del mismísimo Vico.

El Eco de Cartagena, 04-12-1899





Itinerarios musicales de RUPERTO CHAPÍ - 1898


1898
            Estrena Curro Vargas de Joaquín Dicenta y Manuel Paso. Además estrenó también Pepe Gallardo según texto de Guillermo Perrín y Miguel Palacios; La chavala de Fernández Shaw y López Silva y Los hijos del Batallón de Fernández Shaw.

Los teatros de Madrid: representación de La Revoltosa en el Apolo

            En el Teatro Apolo, con la centésima representación de La Revoltosa se verificó el beneficio de los señores López Silva, Fernández, Shaw y el maestro Ruperto Chapí. Figuraba también en el programa el precioso sainete Las Bravías, de los mismos autores que, como siempre, fue muy aplaudido.
            La distinguida concurrencia que llenaba la hermosa sala de Apolo celebró con ruidosas carcajadas los numerosos chistes de la obra y aplaudió con entusiasmo los primores literarios del libro y los inspirados números de música que forman la partitura.
            López Silva, Fernández Shaw y el maestro Chapí fueron llamados a escena muchas veces y objeto de entusiastas ovaciones.
Isabel Bru, Pilar Vidal, Luisa Campos, Mesejo (padre e hijo), Carreras, Ontiveros y San Juan interpretaron sus respectivos papeles con mucho cariño.
La Revoltosa, que ha logrado un éxito ruidoso en todos los teatros de provincias donde se ha representado, continuará figurando mucho tiempo en el cartel de Apolo, dando dinero a la empresa y honra y provecho a sus autores.
También gustan mucho las piezas El bajo de arriba y El reloj de cuco.

Crónica efectuada el 10 de febrero por un espectador

Revista contemporánea; Año XXIV, Tomo CIX, Volumen III, 15-02-1898

Los teatros de Madrid: representación de Los hijos del batallón en el Parish y la Revoltosa y la Czarina en el Apolo

Los hijos del batallón, melodrama en tres actos, letra de don Carlos Fernández Shaw y música de don Ruperto Chapí.
Han logrado un triunfo sus autores, pues la nueva producción gustó muchísimo.
El libro, planeado con suma claridad, sencillo en la exposición y de fácil y sobrio diálogo, no tiene otras pretensiones ni es otra cosa que un ingenioso pretexto para que Chapí, el maestrazo de siempre, luzca sus excepcionales dotes de compositor inspiradísimo.
Y en verdad que, si tal fue el intento del señor Fernández Shaw, es sin duda la situación final del segundo acto, hábilmente preparada, que conmovió al auditorio que llenaba el teatro.
En el corazón de las madres, sobre todo, la inspiración del libretista encontró fáciles resonancia y hondas repercusiones. Los desgarradores acentos de la pobre loca, su delirante alegría al contemplar a sus hijos que creyó perdidos para siempre, produjeron una tempestad de aplausos y un desbordamiento de lágrimas.
Los actores estuvieron muy bien, distinguiéndose la señorita Corona, que rayó a gran altura en su patético papel de madre; la señora Fabra, que hizo una graciosa cantinera, y Valentín González.
Muchos días se mantendrá la obra en el cartel.
La Revoltosa y la Czarina continúan representándose en el Apolo y gustan más cuanto más se las ve.
Un espectador
Revista contemporánea; Año XXIV, Tomo CIX, Volumen IV, 28-02-1898

El Maestro Chapí: música alegre, profunda y original

                        El ilustre autor de tantas aplaudidas zarzuelas como honran nuestro teatro lírico nacional, es algo así como el prototipo de los maestros indiscutibles para el público y aun para la crítica más exigente. Su nombre basta para que todo el mundo espere de él la música alegre, sí, pero profunda, siempre nueva y siempre original.
                        Chapí, conocedor como nadie de los secretaros de la orquestación, es de los que componen e instrumentan, y en su labor, grande, inmensa, gigantesca realmente, no se sabe qué admirar más, si su frescura e inspiración o su instrumentación maravillosa, nueva y perfecta.
            Es de los maestros que juegan con la orquesta (en el buen sentido de la palabra) y de los más atrevidos y afortunados en sacar efectos de aquella; las melifluas notas del órgano, los agudos silbidos y el rumor del tren, el rugir de la tempestad, el rasguear de una guitarra… todo esto y mucho más ha hecho con la orquesta Chapí, y siempre con fortuna.
            ¿A que citar sus obras? La Bruja, la Tempestad, El rey que rabió…desde esas hasta La czarina, el tambor de Granaderos, Las bravías, la Revoltosa, la Chavala y últimamente Curro Vargas, figúrese el lector si Chapí ha escrito zarzuelas grandes y chicas, aunque para mí todas ellas han sido grandes, pero muy grandes.          
            Obras de otro género también las tiene admirables. ¿Quién no conoce la Fantasía Morisca.
            Sus derechos de autor representan una renta muy digna de un primer accionista del Banco de España.
          Y se comprende: la renta de Chapí es de las que tienen muchos bemoles.
            …Y sostenidos, porque sus trimestres durarán lo que dure el buen gusto.

Manuel de A. Tolosa
Los Apuntes, Revista Semanal Ilustrada, Burgo de Osma; 17-12-1898

Itinerarios musicales de Ruperto Chapí - 1897


1897
            Estrena la Revoltosa de José López Silva y Carlos Fernández Shaw y La piel del diablo.

El Dorado, Las Bravas

La citada publicación cataloga como un gran éxito teatral la representación en Barcelona en Eldorado de Las Bravas, sainete lirich con lletras dels senyors López Silva y Fernández Shaw y música del Mestre Chapí.
Se complementa con unas estupendas ilustraciones.

La Esquella de Torratxa, periódich satírich; Barcelona, 26-03-1897
           
¿Quién no sabe de memoria algún trozo de un tema de Chapí?

                        Ruperto Chapí nació en Villena, provincia de Alicante, el 27 de mayo de 1851. Ingresó en 1867 como alumno en el Conservatorio de Madrid en la clase de piano y en la de armonium del señor Galiana, obteniendo, en el concurso de 1869, el primer premio de esta asignatura; en este año ingresó en la clase de composición del maestro Arrieta, alcanzando el primer premio de ella en el concurso de 1872. Poco antes había sido nombrado músico mayor de Artillería, plaza que desempeñó hasta 1874 en que salió para Roma como pensionado de número de la Academia de Bellas Artes, premio que obtuvo por oposición y por unánime voto del Jurado.

En Roma compuso y remitió como envíos de pensionados:

-          Polaca de concierto, para orquesta, ejecutada en agosto de 1879 por la Unión Artística Municipal.

-          Motete a siete voces, el uso de los maestros del siglo XVI.
-          La Hija de Jefté, ópera en un acto ejecutada en Madrid en mayo de 1875.
-          Copias de una Misa de Victoria y de un motete, de Morales.
-        Monografía de las obras de autores españoles que existen en el archivo de la capilla Sixtina.

En Milán compuso y remitió como trabajo de segundo grado de pensionado:

-          La muerte de Garcilaso, ópera en un acto cuyo preludio se ejecutó en la Real Academia de San Fernando el 17-02-1878.

-          Motete a voces sola, ejecutada con la anterior; poema sinfónico.
-          Escenas de capa y espada.

Desde París envió, como trabajo de pensionado, la ópera en tres actos Roger de Flor, interpretada el 17-01-1878 y una Sinfonía a 4 tiempos en 1879.

En 1878 obtuvo la plaza de pensionado de mérito de la Academia de Roma y pasó como tal a París a estudiar la Exposición Universal de aquel año.

Además de las obras citadas, compuso varias obras instrumentales:

-          La Fantasía Morisca, ejecutada en abril de 1889 por la Unión Artística Musical.
-          Trío, para piano, violín y violoncello
-          Scherzo, sobre un episodio del Quijote
-          Colección de seis melodías, para canto y piano.
-          Los ángeles, oratorio.
-          Las Naves de Cortés, ópera.

Después de demostrar para la ópera cómica relevantes condiciones con las zarzuelas en un acto: Música Clásica y La Serenata (1881), alcanzó señaladísimo triunfo en el estreno de su zarzuela La Tempestad, ocurrido en Madrid el 11-03-1882, con el de la titulada El Milagro de la Virgen, y el más significado de todos el que obtuvo (12-1887) con La Bruja, letra de Ramos Carrión.

            Hoy es interminable el catálogo de sus obras que pueden contarse por triunfos.

No hay español que no sepa de memoria algún trozo de música suya.

La Saeta, Semanario Ilustrado; Barcelona 25-02-1897

Recuerdo a su época de músico mayor

El Mosaico, semanario ilustrado de Murcia, en su número 19, año II de 07-03-1897 con el título Músicos Eminentes, le dedica una foto y la siguiente poesía:

Debutó en Artillería
En el 3º de a pie
Como músico mayor;
 y aunque imberbe todavía
se acreditó pronto de
consumado director.
Colgó luego el uniforme
Y a hacer zarzuelas lanzado
Ganó y gana un potosí,
Y  el público está conforme
Aplaudiendo entusiasmado
El talento de Chapí

El Mosaico; Murcia, 07-03-1897

Consideraciones sobre La ópera española

            Artículo interesante y profundo que trata  sobre la riqueza musical de las regiones de España y la aportación tan importante que podrían realizar a la ópera española, capaz de competir en calidad con otros países europeos.

“La ópera española, constante sueño de cuantos artistas músicos han nacido en este hermoso suelo.

Y esta nación que, con el estro fecundo de sus poetas y con el pincel admirable de sus pintores, colocóse a gran altura artística en tiempos no remotos por negligencia en unos, desaliento en otros, por ignorancia en los más, y nunca por insuficiencia de sus compositores, se ve sin un arte músico elevado, distraída con insulsas canciones, prostituida por una música chabacana y grotesca.

Es menester, de urgente necesidad, dignificar el arte músico español y demostrar a esos extranjeros que nos desprecian y a esos ignorantes y compatriotas que nos rebajan, que España ha producido y produce artistas tan eminentes como los de Alemania, Francia, Italia…Un esfuerzo en nuestros músicos más notables, y algo de patriotismo en el resto de los españoles, y lo que ha sido hasta aquí ilusión del deseo, se convertirá mañana en risueña realidad.

Algunos loables intentos de Arrieta, Chapí, Bretón, Serrano y otros que no recuerdo, demuestran palmariamente que si no se implantó la ópera española, no fue seguramente por demérito de estos eminentes compositores, Poca constancia, gran desaliento al ver la indiferencia del público indocto y mucha ambición de dinero han sido las causas.

¿Si con voluntad y perseverancia se logró el renacimiento de la zarzuela y en ella mostráronse talentos superiores, Hernando, Gaztambide, Barbieri, Arrieta, Caballero, Chapí y Marqués. A tal punto que muchas de sus zarzuelas pueden competir con algunas óperas extranjeras, no podría conseguirse con la misma voluntad y perseverancia la realización de la ópera española? Pero en la forma que en Ildegonda Arrieta, en Roger de Flor Chapí y en los Amantes de Teruel Bretón, que no tienen de españolas más que el argumento, sino algo de lo que Barbieri hizo en Pan y Toros y El Barberillo de Lavapiés, música genuinamente española, como consecuencia de la antigua tonadilla y de los cantos populares, que es donde radica el drama lírico nacional.

Con menos elementos Griey ha popularizado en Europa esos cantos escandinavos, siempre tristes y dulces, que es lo característico de la Escandinavia. Extrajo de la musa popular fuente inagotable de poesía, lo puro, lo artístico y le dio forma conservando la belleza innegable del fondo. Pero aun reconociendo su mérito, la música escandinava es indudablemente, inferior a la música española. Aquella es insuficiente, hermosa, pero monótona. Esta es rica, con diversos matices, con infinidad de giros, con distintas cadencias, con opuestas características, casi tantas como regiones.

Aragón nos da la valiente jota, como muestra de la franqueza y valentía de sus hijos. El pueblo vasco sus zortzicos, cuyos ritmos siempre iguales, demuestran su constancia en la laboriosidad y en sus ideales.

Cataluña ofrece sus sardanas, cantos rudos y suaves a un mismo tiempo, ambas fases del carácter de los catalanes. Galicia y Asturias esos cantos tan poéticos, cantos que son caricias dulces y lánguidas en la forma, pero ardientes y apasionados en el fondo, que denotan el temperamento dulce y ardiente, a la vez de gallegos y asturianos. Y, por último, Andalucía, ese vergel de España, nos muestra con sus alegres sevillanas, sus intencionadas malagueñas, y esos cantos tristes, quejas y suspiros, que en realidad son las soleares, polos, etc... la característica del pueblo andaluz, admirable pueblo que sufriendo ríe y llorando canta.

Con tales elementos, repito, adornándolos con la moderna instrumentación y con una armonía rica y variada: inspirándose el músico en la historia y en la tradición para cantar acciones gloriosas, a semejanza de los antiguos en sus ritos y ceremonias, y cantar al amor que es la poesía eterna de la vida, puede surgir la ópera española. Y así como Wagner inmortalizó la leyenda alemana y construyó la epopeya musical del pueblo germano en su magistral trilogía, obra gigantesca que supone una voluntad de atleta y un esfuerzo de titán.

 España, con sus tradiciones y leyendas épicas y con la riqueza sin igual de sus cantares, puede levantarse erguida y arrogante ante la faz del mundo musical, y mostrarle la ópera española como un producto del talento y del esfuerzo de sus hijos. La nación que ensanchó fronteras, que descubrió y conquistó un mundo, que en literatura y en el arte pictórico, no puede, no debe permanecer en la inacción en la obra musical de Europa.”

Luis Espinosa de los Monteros

Nuevo Mundo; Año IV, nº 175, 12-05-1897

"EL BELÉN" DE SANTA MARÍA en Villena, Navidad del 2014

A finales de los años 40, el entonces párroco de Santa María Don Diego Hernández, instaló el Belén en la capilla de la Comunión. La tradición continua y en este año 2014, el artista Gaspar Tomás Mora "Gastomo", se encargó de la colocación del "Belén".

Complementamos este reportaje fotográfico con unas vistas del Altar Mayor, donde figuran "El Niño"  y "El Nacimiento".













PARROQUIA DE SANTA MARIA, Villena abril de 2014







Itinerarios musicales de RUPERTO CHAPÍ - 1896


1896  
Estrena Las bravías de Fernández Shaw y López Silva, El cortejo de Irene, que fue la primera colaboración con Carlos Fernández Shaw y Los Golfos.

El Rey que rabió en el teatro Romea

Anoche se puso en escena en este teatro, la preciosa zarzuela de Ramos Carrión, Vital Aza y Chapí El Rey que rabió, dividida en tantas secciones, como actos  tiene dicha obra.
La interpretación que alcanzó por parte de los actores de la compañía Vega, fue tan esmerada como en otras ocasiones, en que se ha representado dicha obra en tan elegante coliseo.
El público aplaudió en varias ocasionen, saliendo muy satisfecho del espectáculo. Para esta noche están anunciadas Carmela, La Czarina y El tambor de granaderos.

Las Provincias de Levante; Murcia, 04-01-1896

El señor Corregidor en el teatro Romea

Una gran concurrencia acudió anoche a este teatro, con objeto de presenciar el estreno de la zarzuela en un acto El señor Corregidor,  letra del celebrado escritor Fiancro Irayzos, música del eminente maestro don Ruperto Chapi.
La citada obra alcanzó completo éxito desde las primeras escenas.
Está muy bien escrita, aunque tiene escenas y chistes bastante verdes.
La música es preciosa y superior en mucho al libro; fue escuchada con religioso silencio, haciendo repetir el público  entre grandes aplausos varios números.
El número que más gustó fue un precioso coro de alguaciles.
 La ejecución fue muy esmerada, sobresaliéndolas señoritas Raso y Duato, señora Llorens y los señores Posao y Miró.
 Para esta noche están anunciadas El Monaguillo, Los africanistas y el Señor Corregidor.

Las Provincias de Levante;   Murcia,  16-01-1896

Nueva zarzuela: Las onzas de oro

Los aplaudidos autores D. Carlos Arniches y D. Gonzalo Cantó, han escrito una zarzuela en un acto titulada Las onzas de oro, a la que pondrá música, el reputado maestro Chapí.
 La obra se estrenará en Madrid la próxima temporada en el teatro de Apolo.

Las Provincias de Levante; Murcia, 13-08-1896

La compañía de Pablo López en Mula (Murcia)

La compañía Pablo López  debutó en esta en la noche del domingo anterior, con El milagro de la Virgen.
            Dadas las condiciones del escenario, que sin ser pequeño, lo es para obras de aparato y compañías tan numerosas, agradó la interpretación al público.
No podemos decir lo mismo do las seis zarzuelas en un acto, representadas  en las noches del 20 y 21: dejó que desear el desempeño de las mismas, demostrándonos esto, quo la compañía que dirige el señor López, es mucha compañía para el género chico: y por esta razón, aunque parezca un contrasentido, no está afortunada en tales obras. 
Hay que tener presente  también que a excepción de La marcha de Cádiz, el tambor de granaderos, y los Cocineros, que agradaron, sin que por esto sean obras comparables a El Dúo de la africana, la leyenda del Monje, Niña Pancha, la caza del oso, Lobos marinos y otras muchas zarzuelitas cómicas, los libretos de las tres restantes dejaron mucho que desear.
La Bruja se representó en la noche del día 22.
Diez  o doce años hace que asistimos al estreno de esta obra en el teatro Romea de Murcia; los autores de letra y música, alcanzaron una ovación extraordinaria;  las magníficas decoraciones del castillo, hechas por el excelente pintor escenógrafo señor Sanmiguel, que iluminadas por el mismo rayo de luna qua debe iluminar a la Bruja, cuando, llena de juventud  y belleza, s e presenta a la puerta del castillo, acudiendo al llamamiento de la Inquisición, eran da un efecto maravilloso, y el público las admiró y aplaudió,  así como a la notable compañía que la representaba, todo lo qué hizo que viéramos en esta inmortal obra de los señores  Ramos Carrión y Chapí, una de las zarzuelas más hermosas que hemos visto.
 Ya sabemos que con nuestro escenario y su maquinaria, no es posible tal perfección; más aun así y todo, La Bruja fue admirada por nuestro público, como lo ha sido de todos.
Nos hemos entendido en esta obra, porque a pesar de haberla ensalzado en el periódico y fuera de él, no llevó al teatro tanta concurrencia como la representada en la noche del 23.
Ya sabíamos nosotros que parte del público había de sufrir una decepción.
El Rey que rabió  es una finísima crítica política, aplaudida justamente en todos los teatros que se representa; pero como obra teatral, no tiene en mucho los vuelos de La Bruja.
Penetrando en el corazón del público, si en nosotros hubiera consistido, la empresa hubiese tenido un  lleno rebosador en esta noche.
La Bruja es una grandiosa zarzuela escrita para todos los públicos; El Rey que rabió solo se ha escrito para el público de palcos y butacas.

La Lata, semanario festivo, Mula, 26-09-1897

Chapí en el balneario de Fortuna e informa de Los hijos del batallón

Ha llegado también el eminente compositor y maestro señor Chapí, organizándose con tal motivo una velada que resultó muy animada. Según dice el maestro, en diciembre estrenará una zarzuela en tres actos titulada Los hijos del batallón, tomada de un episodio de la Revolución Francesa.

Las Provincias de Levante; Murcia, 23-10-1897

Teatro Eslava: El Cortejo de Irene
El poeta José Jackson Veyán escribió unos versos dedicados al Carlos Fernández Shaw, autor de la letra de El cortejo de Irene, con música del Maestro Chapí.
Destacamos algunas de las estrofas citadas:

La música, que trabajo
de encontradas armonías,
Arriba, que melodías
Que filigranas abajo.

Al aplaudir a Chapí
Como nunca aplaudí más.
pensaba… ¿quién va detrás
de una partitura así?

Nuevo Mundo, 02-13-1896