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Texto de las Embajadas que celebraba Villena los días 7 y 8 de septiembre de cada año - impresos en 1892 y que fueron donados a la Junta Central en 1995 por Faustino Alonso Gotor




















Fiestas de Moros y Cristianos en Villena 1890


Programa de Fiestas de 1890

El Ayuntamiento de esta Ciudad y la Junta Administrativa de la Virgen, han acordado solemnizar las tradicionales fiestas de moros y cristianos, que anualmente se celebran esta población en honor a su Patrona Ntra. Sra. de las  Virtudes.

Tanto el Ayuntamiento como la Junta de la Virgen, excitan el celo y animación de los villenenses, rogándoles se esmeren en el aseo y limpieza de sus calles respectivas, en el arreglo y ornamentación de las fachadas de sus casas, que procuren cubrir con las mejores colgaduras y más bonitas iluminaciones. Las comparsas de todas clases por su parte, guardarán gran orden y puntualidad en los diferentes actos de la función, (fuera de los cuales se prohíbe disparar ningún tiro) y procurarán porque todos ellos vayan revestidos de gran pompa, á fin de dar á las fiestas el mayor realce y solemnidad que es estos casos se requiere. Las escuadras de gastadores y sus músicas, harán por cumplir su cometido con toda lucidez, muy especialmente en las pasa-calles de diana y retretas, habiendo de partir para dichos actos de la puerta principal de la Parroquia de Santiago, y dar la vuelta á la plaza del mismo nombre al principiar y concluir los indicados pasa-calles, en señal de reverencia á la Patrona. Finalmente, el público dejará ancha calle desde la posada del Sol hasta el castillo colocado en la Puerta de Almansa durante los actos de las embajadas. Cumpliendo todas estas disposiciones, la celebración de festejos será solemnísima, agradable y llena de regocijo, quedando arregladas todas las funciones al siguiente programa:

Día 5

Un repique general de campanas dado á la una de la tarde, anunciará la salida de los dos Cleros de Santiago y Santa María y Autoridades en dirección al Santuario de nuestra Patrona.

A las cinco de la tarde harán su entrada en la Ciudad las comparsas con sus bandas militares, recorriendo las calles: Nueva, Corredera, Almansa y San Sebastián; habiendo de quedar situadas a las afueras de dicha calle. A la llegada de la Virgen a la Ermita de San Sebastián, las comparsas harán salva general de arcabucería mientras se juegan las banderas y tocan marcha real todas las músicas, emprendiendo por su orden, acto seguido, la marcha por las calles de costumbre en dirección á la Parroquia, mientras la orquesta municipal de esta Ciudad canta un himno de bienvenida á la Patrona y se dispara entretanto un vistoso castillo de fuegos artificiales y fuegos de bengala al pasar la Virgen por el arco colocado en la calle de S. Sebastián. 

Llegadas las comparsas á la plaza de Santiago, esperarán en ella a la presentación de la Imagen de la Virgen en la puerta principal de la Parroquia, en cuyo acto se harán las descargas, juegos de banderas y marcha real de ordenanza; desfilando después todas ellas en dirección de las casas de sus respectivos alféreces y capitanes, mientras la Capilla canta una solemne salve en el acto de la elevación de María Santísima al trono.

Día 6


A las seis de la mañana, con repique general y pasa-calles de las escuadras de gastadores, tocarán diana las bandas militares por toda la población. A las siete se celebrará la misa de campaña en San Sebastián, a la que concurrirán las comparsas, partiendo para ello de la plaza de Santiago en la forma que queda dicho. A las nueve se cantará misa solemne  a toda orquesta en la Iglesia Arcedianal del Apóstol Santiago, la que oficiará D. Gregorio Martínez, cura de Santa María, estando a cargo de El P. Guardián del Convento de Onteniente hacer el panegírico de Nuestra Señora. Al toque de Sanctus, concurrirán las comparsas á la plaza de Santiago para hacer las salvas de ordenanza al alzar a Dios.


A las dos de la tarde habrá carreras de hombres desde la ermita de San Sebastián, y desde las cuatro esquinas de la misma calle hasta la mitad de la Corredera en que se colocará la bandera que indique el límite de las mismas. Para los más aventajados en esta clase de ejercicios, hay señalados diferentes premios que se distribuirán en el acto mismo. Media hora después, ocuparán el castillo las comparsas de cristianos; los caballeros romanos, solicitarán y harán alianza con aquellos; acto seguido, los estudiantes darán una jocosa embajada; dándose, después del simulacro de baile por las comparsas las diferentes calles de la población. A las seis, salve en la Parroquia. Á las nueve se tocará retreta por las bandas militares, las cuales llevarán elegantes farolas con las correspondientes alegorías á cada una, y después de dicho pasa-calles, habrá en la plaza de Santiago brillante serenata a la patrona en la que tomarán parte la banda municipal de esta Ciudad, y todas las demás que gusten.


Día  7

Después del pasacalle de diana, las comparsas oirán Misa en las que, después en la afueras de la población, situadas las de moros por la falda de la sierra de Santa Lucía, en actitud de guerrilla contra las de cristianos que, colocadas en la carretera irán avanzando y retirando para simular las diferentes peripecias de esta clase de combates, hasta llegar al castillo.
A las nueve saldrá el Ayuntamiento de las Casas Consistoriales, acompañándole la banda municipal, para asistir a la solemne función religiosa que se celebrará en la propia Iglesia de Santiago, en la que oficiará don Vicente Ribera, cantándose por la Capilla una gran misa, estando el sermón de este díaa cargo de don José Castañeda. A la hora conveniente, las comparsas de cristianos estarán formadas en la plaza de Santiago y jugarán sus banderas al alzar a Dios. Terminada la Misa mayor se repartirán a los pobres de la población, en la puerta de la Casa Consistorial, quinientas raciones de pan y arroz; cuyos socorros sufraga el M.I. Ayuntamiento, amenizando el acto la banda municipal de esta ciudad.  De dos a cuatro de la tarde habrá carreras como el día anterior. 
A las cinco ocuparán los cristianos el castillo, donde recibirán la embajada de los moros, después de la cual será atacado y tomado por éstos, colocando en él la efigie de Mahoma. A las seis se cantará salve en la Parroquia.

A las nueve de la noche retreta por todas las músicas y concluida se disparará un magnífico castillo de fuegos artificiales quemado éste, las bandas darán diferentes serenatas a las autoridades, capitanes y alféreces de las comparsas.

Día 8

Después de la diana y oída Misa por las comparsas de moros, los cristianos ocuparán posiciones estratégicas en los alrededores del Calvario, donde serán atacados por los moros, y harán la guerrilla según costumbre en este día. A las nueve habrá Misa mayor en la parroquia, la que oficiará D. Francisco Navarro Ávila, cura párroco de Santiago; cantándose por la orquesta municipal la gran Misa del maestro D.A.M. de Fondevilla; al Gradual se cantará un motete y al Ofertorio otro; siendo orador D. Salvador Castellote. Las salvas, juegos de banderas y marcha real que se hagan este día al alzar a Dios, estarán a cargo de las comparsas de moros y sus correspondientes músicas.

A la salida de la gran función religiosa, se distribuirán por cuenta también del Ilustrísimo Ayuntamiento, otras quinientas raciones de comestibles en la misma forma y sitio, y con igual solemnidad que el día anterior. A las tres y media de la tarde, situados los moros en el castillo, recibirán la embajada de los cristianos, despues de la que asaltaran el fuerte y posesionados de él, arrojarán la efigie de Mahoma, la que se disputarán varios vecinos de los puestos más cercanos, llevándosela por la carretera los de Biar.

Acto seguido, emprenderán marcha por su orden las diferentes comparsas en dirección a la plaza de Santiago para efectuar la solemne procesión llamada “Paseo de la Virgen”, que recorrerá las calles Mayor, San Antón, Empedrada, Santiago, Almansa, Corredera, Trinidad, Juan Ros, Entre-fuentes, Rollo, Nueva, Puerta de Biar, San José, Palomar, Santa María, Constitución y Mayor, haciendo diversas paradas en los sitios de costumbre, en los que se cantarán preciosos villancicos por la coral municipal; obsequiando á la Patrona á su paso por la plaza de Juan Ros, con un bonito castillo de fuegos artificiales costeado por el vecino de esta población Rafael Román. Las comparsas todas esperaran formadas en la plaza de Santiago al regreso de la Virgen á la Parroquia, absteniéndose de disparar durante el paso de la Santa Imagen por dicha plaza, en cuyo acto se harán vistosas luces de bengala  y un repique general de campanas en todas las parroquias, iglesias y ermitas de la población y sus afueras, una salva general de arcabucería, el toque de la marcha real por todas las bandas militares y el alegre sonido de la campana de la Virgen, darán á conocer a la Ciudad entera, que la Santísima Patrona de los villenenses, ha entrado en la insigne Iglesia Arcedianal. Por otra parte, los armoniosos acordes de la banda municipal, confundidos con los muy majestuosos del órgano de la Parroquia, con el volteo de campanas del interior del Templo y los entusiastas vítores del pueblo congregado en él, formarán un todo sublime, mientras se hace el paseo claustral a la santa Imagen, después del que se la elevará al Trono, cantándose por la Capilla una solemne salve final.

 Día 9

        A las cinco y media de la mañana, romperán marcha las comparsas en la plaza de Santiago para acompañar á la Imagen hasta las afueras de la calle Zarralamala, en cuyo sitio, y vuelta la Virgen hacía el pueblo, habrá nuevo juego de banderas, toque de marcha real y salvas generales en señal de despedida á la Santísima Patrona. Llegada la Imagen al Santuario, se celebrará la Misa de costumbre.

A las seis de la tarde, se reunirán las comparsas en las afueras de la calle de Zarralamala, en donde darán posesión de sus cargos a los nuevos capitanes y abanderados, y según costumbre, harán su entrada en la Ciudad.

Villena, 31 de Agosto de 1890 El Alcalde,  José Carrión - El secretario, Cristóbal Pérez.




Acerca de las fiestas de Moros y Cristianos de Villena en 1883 y preparativos de 1884


En uno de los boletines del “Día 4 que fuera”, periódico que editaba la Junta Central de Fiestas de Moros y Cristianos de Villena, con carácter mensual;  en el año 1984 publiqué una noticia acerca del programa de las Fiestas de 1883, y aunque no he conseguido localizar ningún ejemplar, sí  encontré la factura del coste de su impresión, en la que se indicaba que se habían realizado 500 ejemplares.

Han transcurrido bastantes años de aquella publicación y complemento la información con los siguientes apartados, procedentes de hemerotecas de prensa.

      Una curiosa crónica de las Fiestas de aquel año de 1883, que se publicó en el periódico alcoyano El Serpis.
   Un artículo publicado en el periódico La Unión Democrática de Alicante, en el que se expone, con motivo de la celebración de las Fiestas, una visión de Villena de carácter económico y social.
      Las notas de prensa de los sucesos acontecidos en la plaza de Santiago durante los días de las Fiestas, relacionados con los toros.

EL SERPIS, periódico de la mañana-Alcoy, 13-09-1883

Noticia que publica en sus páginas, referida a las Fiestas de Moros y Cristianos celebradas en Villena, días atrás y dice así:

Un colega de la capital reseña las fiestas últimas celebradas en Villena, en los siguientes términos:

Muy lucidos han sido este año, los grandes festejos cívico y religiosos, que en honor de su patrona la Virgen de las Virtudes, ha celebrado la ciudad de Villena en los días 5,6,7,8 y 9 del actual.

Las comparsas de tercios de Flandes, estudiantes, marinos, marroquíes, caballeros romanos y moros, vestían lujosos trajes; las músicas en número de nueve ó diez, recorrían la población desde las primeras horas de la mañana de los días de fiesta; por las noches ha habido según costumbre danzas árabes y serenatas, distinguiéndose la que dio en la plaza de Santiago la banda de la Misericordia de Murcia, bajo la dirección del inteligente maestro don Acisclo Díaz, en la noche del día 6, y frente a la casa del capitán de los Tercios de Flandes señor Selva.

No han faltado tampoco bailes y reuniones de confianza, donde hemos admirado, al par que la fineza y cortesía de los villenenses para obsequiar a los forasteros, la hermosura sin par de las mujeres, tan puras y tan altivas, tan graves y tan apuestas, tan elegantes e instruidas que todo es poco para elogiarlas.

El estrépito de las descargas anuncia en esos días los combates de moros y cristianos y nos recuerdan vagamente otras edades. Cuando la morada tiembla desde los cimientos, se cree uno como el marino a quién el céfiro impulsa la nave. Por fin triunfa la cruz de la media luna y el castillo que se eleva en la plaza de Santiago es tomado por los cristianos. Mahoma es arrojado de lo alto del fuerte, se apoderan de ella los de Biar, garrote en mano (es costumbre de antiguo) e inmediatamente después comienza la procesión. Concluida ésta se quemó un vistoso castillo de fuegos artificiales, durante el cual, la banda de música del municipio tocó piezas escogidas.

También los sermones en honor de la Virgen de las Virtudes han sido notables; merece especial atención el que el domingo 9 predicó don Juan Chaumel,  cura y arcipreste de Caravaca, y reputado orador sagrado. Sin entrar en el fondo de su sermón, y aunque bien lejos de asentir a algunas de sus conclusiones, en honor a la verdad, nos pareció elocuente, de dicción correcta y las pruebas ora las tomaba de la autoridad, de la razón, ya de los ejemplos.

Termina el colega dando la noticia del hundimiento de un tablado que ya conocen nuestros lectores.

LA UNIÓN DEMOCRÁTICA, diario político, literario de intereses materiales, Alicante, jueves 13 de septiembre de 1883

Crónica titulada Desde Villena”, escrita el día 8 de septiembre

Hablábamos en nuestro número de ayer de los grandes festejos que la ciudad de Villena había celebrado en honor a su patrona las Virgen de las Virtudes, y de la amabilidad que distingue a los hijos de esa culta población, así como de la hermosura de sus mujeres; pero claro está, esto no era todo y formamos el propósito más extensamente de lo que es Villena. Cumplamos hoy nuestro propósito, siguiera sea a vuela pluma, por no permitirnos otra cosa el tiempo de que disponemos.
Villena es una pequeña cantidad con todos sus adelantos y todas sus necesidades, no hay más que visitarla para converse de esta verdad. Cuenta con tres casinos, fondas, varios cafés, una imprenta, edificios magníficos formando calles espaciosas y llanas, mereciendo especial mención, de los edificios, las Casas Consistoriales, la iglesia parroquial de Santiago, cuya elevada torre descansa sobre el arco que forma la puerta de la sacristía; las cárceles del partido, el cuartel de la guardia civil y otros que sería prolijo enumerar, y que nos recuerdan la edad de hierro, porque la mayor parte de los edificios señalados, parecen gigantes dormidos, que conocieron el célebre nigromántico marqués de Villena, y que espera su vuelta para despertar. No podía apartar la vista de aquellas moles de piedra ¡ qué idea me inspiraba su aspecto ¡ algunos tiros que los moros festeros tiraban de cuando en cuando contra los cristianos, me traían a la memoria aquellos agarenos que plantaron su sangrienta media luna en España, tomando posesión de ella en nombre de la esclavitud y de la muerte: o más bien, creían ver las formidables huestes de Jaime el Conquistador entrando en Villena para liberarle del moro y reconstruir las rotas y mutiladas estatuas de la libertad.
Dirigí mis pasos a la estación del ferrocarril, contemplé las máquinas y coches allí agrupados; vi las mercancías para ser embarcadas; contemplé sobre mi cabeza el hilo eléctrico que lleva lejos la noticia que facilita una transacción mercantil; y bendice la civilización y el progreso. En los tiempos pasados la ignorancia se hallaba en armonía con todos los otros males, y aun ayudaba a sobrellevarlos; impedía el ver los goces  de que no se podía disfrutar, y por consiguiente, amortiguaba los deseos quitando las esperanzas. La libertad ha venido después a dar a conocer el árbol de la ciencia con su dulce y su amargo. Llamados los hombres de todas clases a ejercer las funciones públicas de un gobierno liberal, y a adquirir cuantas riquezas pueda proporcionar la industria, solo por medio de la instrucción podrá hacerse merecedor de estos dos factores del destino. No son ya los hombres de hoy esclavos feroces, a la par que tímidos y desidiosos, que no conocen más que la inacción para consuelo del trabajo y el robo por suplente de la propiedad; sino hombres activos, sensatos, industriosos, constituidos en orden social, escuelas públicas, un cultivo muy adelantado. En fin, una organización sencilla y ordenada. Buena prueba de esta verdad es Villena, unida hoy por medio del ferrocarril a la capital, de la que dista 50 kilómetros, y estrechando mañana sus lazos fraternales con Alcoy, para bien de ambos, y también gracias al ferrocarril que se inaugurará en abril próximo; buena prueba el excelente cultivo que tiene todo el término de Villena, no debido a brazos esclavos, sino al sudor y esfuerzo del hombre libre; buena prueba lo que es Villena hoy, comparada con lo que era y representaba en otro tiempo con sus señores feudales y sus torres y fortalezas amenazando con la fuerza a los cristianos, y más tarde tomando parte activa en las revueltas populares, promovidas por la ambición de reyes y de príncipes mal avenidos. Aquella ciudad altiva y guerrera, circunvalada por murallas y protegida por los baluartes, ha desaparecido para dar lugar a la Villena del siglo XIX, rica próspera y feliz, viendo en el mejor estado su agricultura, obteniendo abundantes cosechas de granos, vinos y aceites; renaciendo su industria que se ocupa en tejidos de hilo y lana, en molinos de harina y aceite, fábricas de aguardiente, minas de cobre y de carbón de piedra. Carecía de buenas vías de comunicación, y hoy está dotada de ellas, pues aparte del ferrocarril que la une con la capital y de que dejamos hecho mérito  tiene las carreteras del Estado que dirigen a Madrid, Valencia, Alicante y Alcoy, y muchos caminos que le ponen en comunicación con el resto de la provincia.
Los estrechos límites de una carta no permiten dar a los lectores de LA UNIÓN idea detallada de lo que he podido apreciar por mí mismo en Villena, durante los días que he permanecido en ella; bastan sin embargo con lo apuntado para comprender el floreciente estado en que se encuentra esa población.
Ahora un deber de gratitud me obliga, aparte de este orden de consideraciones, a dedicar un recuerdo en estas mal pergeñadas líneas  a mis buenos y particulares amigos D. José Navarro Galiana, D. Victoriano López, D. Manuel Golf, D. José Mª Soler y D. José Menor, que durante mi corta estancia en Villena me han colmado de obsequios y atenciones, a que no sé como corresponder.
De política no quiero decir una palabra, aunque mucho podría decirse; prefiero cerrar esta carta con un adiós a mi querida hermana T y mis sobrinas y así lo hago… pero, ahora se me ocurre un final mejor y lo pongo; es este: Villenenses, adelante por el camino del progreso, el ignorante sigue la rutina de sus abuelos; cualquier innovación le parece un crimen o un riesgo; dando por el contrario la instrucción al hombre de ideas, le predispone a una confianza mayor, y por consiguiente a la imitación y a la perfección; pueblos que como Villena cuentan con un Chapí, es decir, con una celebridad en el mundo del arte, deben vivir la vida de la inteligencia, la vida del espíritu, la vida de los grandes pueblos que olvidándose de las miserias terrenales, se perfeccionan para acercarse al gran arquitecto del Universo.

Rafael Sevila
Villena, 8 septiembre 1883

Notas de prensa de los sucesos ocurridos en la plaza de Santiago, durante las Fiestas de 1883

EL SERPIS, Alcoy, sábado 08-09-1883

De una catástrofe horrorosa que ha venido a turbar la alegría de las fiestas que se están celebrando en Villena, nos da cuenta una persona llegada ayer de aquella ciudad.

Habíase construido un tablado para que los músicos tocasen en él por las noches, cuyo tablado se hallaba lleno de gente, cuando circuló la voz de que se había escapado un toro; agolpóse la muchedumbre al tablado, ya antes sobrado recargado, el cual vino a tierra, pillando debajo a dos o tres infelices, de los cuales uno murió en el acto y otro debe haber muerto a estas horas. Además resultaron más de veinte entre contusos y heridos, de más o menos gravedad.

De sentir es tan lamentable catástrofe y en nuestro concepto debería exigirse la responsabilidad que quepa por el hecho, si hay lugar a ella.

En otro apartado se cita lo siguiente:

Escrito y compuesto el suelto en que damos la noticia de la desgracia ocurrida anteayer en Villena, recibimos nuevos detalles del suceso. El tablado que se hundió, estaba en la plaza donde habían de correrse vacas para divertimento del público, habiendo sido tal el número de los que se acogieron a aquel, al tiempo de soltar la primera vaca, que se hundió con el peso de la inmensa mole de tres o cuatrocientas personas que la asaltaron.

Si no se consistieran tan bárbaros divertimentos, no sucederían desgracias como esta y las hace pocos días ocurridas también por igual motivo en Muro, de que oportunamente dimos cuenta.

Para tranquilidad de las familias de los músicos de esta ciudad que se hallan en las fiestas de Villena, tenemos la satisfacción de anunciar que a ninguno de dichos artistas ha afectado la desgracia en poco ni en mucho.

LA CORRESPONDENCIA DE ESPAÑA, Madrid, sábado,  08-09-1883

El Gobernador Civil de Alicante en despacho telegráfico de las 12 y 13 de esta tarde, participa que según le comunica el comandante del puesto de la Guardia Civil de Villena, se ha hundido uno de los tablados en la plaza de Santiago, en el momento de correrse una vaca, resultando un muerto y varios heridos.

Se han pedido detalles al alcalde y se exigirá responsabilidad a quien corresponda.

EL CONSTITUCIONAL, Valencia, domingo, 09-09-1883

 Se ha hundido la plaza de toros de Villena, resultado varios heridos.

La Vanguardia,  09-09-1883

En Villena se ha hundido el tablado de la plaza de Santiago destinada a correr novillos, resultando un muerto y varios heridos.

La Vanguardia, 11-09-1883 

Mientras ayer se corría una vaca brava en la plaza de Santiago de Villena (Alicante) hundiese un tablado con toda la gente que sobre él se hallaba. A consecuencia del hundimiento resultaron un muerto y varios heridos.

EL CONSTITUCIONAL DINÁSTICO, Alicante, 12-09-1883

Ocho heridos y treinta contusos ha producido en Villena el hundimiento de un tablado en donde había multitud de gente apostada para presenciar la corrida de un novillo.

De los heridos graves, uno falleció a los pocos momentos.
Son de deplorar estas desgracias acaecidas por la falta de precaución.

EL CONSTITUCIONAL, Valencia 13-09-1883

            De los heridos que resultaron a consecuencia del hundimiento de un tablado en la plaza de Santiago de Villena el día 8, de cuyo hecho dimos cuenta a nuestros lectores, han fallecido ya cuatro y algunos otros continúan en estado de bastante gravedad.


EL BIEN PÚBLICO, Mahón 15-09-1883

Un periódico de Alcoy da hoy, aunque pocos, algunos detalles de la catástrofe ocurrida en Villena.

Habíase construido un tablado para que las músicas tocasen en él por las noches, cuyo tablado se hallaba lleno de gente, cuando circuló la voz  de que se había escapado un toro: agolpóse la muchedumbre al tablado, ya antes sobrado recargado, el cual vino á tierra, pillando abajo a dos o tres infelices, de los cuales uno murió en el acto y otro debe haber muerto a estas horas. Además resultaron más de veinte entre contusos y heridos de más o menos gravedad.

El tablado que se hundió estaba en la plaza donde habían de correrse vacas para divertimiento del público, habiendo sido tal el número  de los que se cogieron a aquel, al tiempo de soltar la primera vaca, que se calcula en cuatrocientas las personas que asaltaron el tablado cuando se oyó gritar ¡el toro¡ ¡el toro¡.

Aquí finalizan las crónicas sobre el hundimiento del tablado en la plaza de Santiago.


El Serpis, periódico de la mañana, Alcoy 05-04-1884

Habla de que el cuarto centenario de la aparición de la Virgen de las Virtudes en la fuente del Chopo va a ser celebrado con lujo y entusiasmo sin igual, como corresponde a la veneración y fe que a aquella milagrosa imagen profesan todos los hijos de Villena.

Esta fiesta debió celebrarse en 1874, más lo impidieron los tristes acontecimientos a que daba lugar la guerra civil.

Durará nueve días y a ella se asocia el ayuntamiento y la ciudad en masa. Se prepara para el mes de setiembre y con motivo de ella se realizarán algunas mejoras en el convento que guarda la Imagen, reponiéndose el piso del hermoso claustro  que da acceso a la Iglesia, componiéndose cristales y otras y otras obras de esta índole que requiere un monasterio  tan visitado por fieles de lejanas tierras.

También parece que se propone la reposición de la cruz cubierta de la ermita de San Sebastián, obra antiquísima y de arte, que cayó por el tiempo y la incuria y yace hoy olvidada en un rincón. La torre de la iglesia parroquial de Santiago también recibirá alguna mejora.

De las funciones religiosas poco se dice aún, más no así de las fiestas y demostraciones populares. No faltarán comparsas de moros y cristianos y además de las fachadas de las iglesias engalanadas, se presentarán también iluminaciones en muchas casas y habrá músicas y fuegos artificiales en calles y plazas en honor de la patrona.

Estas fiestas demostrarán el entusiasmo y veneración que merece a la ciudad de Villena su patrona milagrosa Imagen aparecida en 1474, y que vino a cortar las enfermedades que hasta entonces diezmaban la población, tan cruel como frecuentemente.

Continuará con las Fiestas de 1884

LA VIRGEN DE LAS VIRTUDES ESTRENÓ ANDAS Y TRONO EN 1752


    

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La Virgen de las Virtudes estrenó andas y nuevo trono

  
Villena

1752



Chimo Sánchez Huesca






La Virgen de las Virtudes estrenó andas y nuevo trono en 1752

            En el libro titulado “Historia de la Imagen de  Ntra. Sra. de las Virtudes” escrito por don José Zapater y Ugeda en el año 1884, nos da cuenta su autor de  una importante noticia acontecida en el año 1752. El Cabildo Municipal acordó traer la Virgen de las Virtudes a Villena con el fin de impetrar la salud pública, profundamente amenazada por la peste y para rogar y pedir al cielo la sucesión del monarca Fernando VI.
            Sigue indicando Zapater que, con dicho motivo, se estrenaron unas andas y la Sagrada Imagen fue colocada en un sorprendente trono. Dicho trono, por medio de un ingenioso mecanismo  se va elevando mientras se canta la salve, de manera que, colocadas las luces sobre el altar en aparente desorden, poco a poco se van ordenando con perfecta simetría, hasta que la Virgen aparece en lo más elevado del trono, donde queda expuesta a la veneración de los fieles.
A continuación iremos relatando los acuerdos y actuaciones que se fueron realizando para preparar la venida de la Virgen. Comenzamos en el mes de enero con los nombramientos de comisarios para festividades, realizados por el corregidor, don Gaspar Delgado Llanos y Moreda,  y que recayeron en Diego Guerao y Capos y en Diego de Selva y Rojas.
            En la reunión del Cabildo Municipal del 27 de marzo, los señores don Pedro Antonio Herrero, don Alonso Rodríguez, don Pedro Phelipe Herrero y don Francisco Cervera; comisarios que fueron nombrados para recoger las limosnas de los vecinos y para hacer fabricar las andas y candeleros para nuestra Patrona, dieron cuenta de haber cumplido su encargo y lo recaudado, tanto en dinero, como en alhajas, lo ponían de presente a  la ciudad para solo sirvan al fin encomendado, que es para las funciones de Ntra. Sra. de las Virtudes. El Ayuntamiento dio las gracias a dichos señores, haciéndolas extensivas al Sr. corregidor por lo mucho que se interesó en la solicitud de limosnas a los vecinos.
            Se acordó también, realizar un cajón en donde se guarden las andas y los ciento cincuenta candelabros.
            Los párrocos que regían las dos parroquias de la ciudad eran don Juan Fernández Vila, en Santiago; y don Joseph Martínez Pardo de la Casta, en Santa María.
            En la reunión del Cabildo de fecha 15 de mayo, su capitular,  don Francisco Cervera, propuso a la ciudad que, estando los campos del término muy abundantes de sembrado, de lo que se esperaba una colmada cosecha de granos, y existiendo un cierto temor por los nublos que iban apareciendo y que podían causar que la piedra destrozase el campo; pidió a la ciudad que se acordase traer a la Virgen en rogativa, para pedirle que, por su intersección, se evitara la pérdida de la cosecha, como también para que su Divina Majestad libere a los vecinos de enfermedades, y para que conceda sucesión a los católicos monarcas, que tan necesaria es para la tranquilidad del mundo cristiano, añadiendo que los gastos del traslado se sufraguen con las limosnas que dieren los vecinos y no los caudales públicos.
            La ciudad dio las gracias a don Francisco Cervera e informó que no teniendo el Ayuntamiento dinero para afrontar los gastos y que los vecinos pasaban por una coyuntura muy estrecha, dijeron que sería preferible que la procesión se hiciera el 7 de septiembre, conduciendo la Sagrada Imagen a esta ciudad con la mayor ostentación y se le diera culto en Santiago los nueve días como es de costumbre, nombrando comisarios para ello a don Pedro Antonio Valero y a don Pedro Phelipe Herrero, que ya lo fueron en el año 1750, cuando tan solemnemente se trajo. Se acordó avisar a los cabildos de ambas parroquias, aprovechando de paso la ocasión para inaugurar las nuevas andas y candeleros.
            Tras todos estos acuerdos surgieron otros temas de importancia como eran: que el trono estuviese iluminado de día y de noche, desde el día 7 de septiembre, día de llegada, hasta el sábado 16 de septiembre, último día del novenario. También se organizaron los nueve sermones, así como las misas cantas y las salves correspondientes.
            Los vecinos también tenían que planificar otras actividades, como eran la formación de soldadescas, construcción de castillos de fuegos artificiales, preparar velas  y organizar los alumbrados correspondientes.
            La emoción de los ciudadanos debió de ser impresionante y prueba de ello nos la encontramos en las páginas del libro al que vamos a referirnos a continuación, en el que el cura párroco de Santa María, don Joseph Martínez Pardo de la Casta, nos ofrece una visión general de las Fiestas que Villena celebró en honor de su Patrona, del 7 al 16 de septiembre, así como de la gran oratoria ofrecida por parte de los nueve oradores que intervinieron.
            Pasamos a detallar el  libro que lleva por título: Sermón Panegyrico  que en las plausibles Fiestas, que la muy Noble y Leal Ciudad de Villena, celebró a la devotísima Imagen de María Santísima de las Virtudes, colocando a esta Divina Señora en unas nuevas andas y un prodigioso trono, impetrando la salud pública y la feliz sucesión de nuestros Católicos Monarcas, el día 16 de septiembre de 1752
Predicó el doctor don Joseph Martínez Pardo de la Casta,  presidente que fue de Philosophia y Sagrada Theología Escolástica, por la Escuela Thomista en el seminario del Señor San Fulgencio de la ciudad de Murcia, y actualmente Beneficiado y cura propio de la Parroquial de la Señora Santa María de la ciudad de Villena, siendo el nono y último de tan solemnes cultos.
Sale a la luz pública por el señor don Gaspar Delgado y Llanos,  corregidor de la ciudad de Villena, a quien, en reconocimiento de su afecto, lo dedica el orador.
Impreso en Murcia

Dedicatoria
Al corregidor de Villena don Gaspar Delgado Llanos Moreda y le agradece  que:
Haya estimulado a este pueblo para labrar esas majestuosas andas y ese regio y suntuoso trono en que se ha visto colocada con la mayor majestad María, Señora Nuestra, logrando nuevos accidentales realces de hermosura…”.
Destaca también su acertado gobierno de este pueblo e indica  que:
Siendo vuestro mayor tesón el mayor aumento de su culto y el de su Santísima Madre, es la puntual asistencia a las iglesias, siendo don Gaspar el primero en los sermones, procesiones, comuniones generales y demás actos en que un juez debe resplandecer con su ejemplo, sirviendo todo esto de un continuo estímulo a todo este pueblo, para la más puntual asistencia”.
Realiza también una descripción de la familia del corregidor y un recuerdo muy especial a la fidelísima villa de Medina del Campo, lugar de sus antepasados familiares, finalizando con las siguientes palabras:

“Así camina esta población al amparo de V.S. de cuya innata honradez y generosidad, no dudo de la admisión correspondiente a su heroica caridad”.
8 de diciembre de 1752
Doctor don Joseph Martínez Pardo de la Casta.

            Aprobación del señor doctor don Juan Fernández Vila, Beneficiado y cura propio de la Parroquial del Señor Santiago de la ciudad de Villena.
Revisión para la censura del Sermón Panegírico que dio el doctor don Joseph Martínez Pardo de la Casta, Beneficiado y cura propio de la Parroquial de Santa María de esta ciudad de Villena, dijo en el día nono y último de las Fiestas, que esta expresada ciudad celebró a María Santísima de las Virtudes.
Indica que al finalizar su sermón, fue aprobado con grandes admiraciones por parte de todos los asistentes y finalizó su dictamen solicitando que el señor gobernador concediera licencia para imprimirlo.
 Villena, y noviembre 15 de 1752
Doctor don Juan Fernández Vila

            Licencia de Ordinario por el doctor don Andrés de Rivera y Casauz, Chantre, Dignidad y canónigo de la Santa Iglesia de Cartagena, gobernador provisor y vicario general en todo su Obispado, Sede Episcopal Vacante.
Indica en su aprobación que da licencia a cualquiera de los impresores de la ciudad de Murcia, para que se pueda imprimir dicho Sermón Panegyrico, dado que no contiene cosa alguna, que se oponga contra la fe y loables costumbres y por tanto su contenido será de mucha utilidad y provecho.
Dada en Murcia, en doce días del mes de diciembre, del año 1752
Doctor Rivera,  por mandato del señor gobernador, provisor y vicario general

Exordio, que lleva por título JHS.
A lo largo de veintiséis páginas, don Joseph Martínez Pardo escribe  una exordio centrado en las Virtudes de María, entremezclando  aspectos geográficos, religiosos e históricos.
Hemos realizado una selección de dichos textos y vamos a centrarnos en los aspectos que hemos considerado más curiosos y que transcribimos a continuación:

Válgame la Virgen de las Virtudes. Qué singulares y preciosos Tabernáculos de virtudes admiran nuestros ojos este día: Que altares tan aseados de virtudes registro en esta iglesia. En cada Altar de la Iglesia había una Imagen de las Virtudes…”

Continuó haciendo patentes las virtudes de María, con el ilustre título de Virtudes, siendo esta Señora, el Sol de la Iglesia Católica, citando su colocación en unas regias andas y en su nuevo trono, recordando emocionado la salida de la Casa, la tarde del día 7 de septiembre, para pasear las calles de Villena, destacando la hermosura de su rostro, al contemplarla en hombros de sacerdotes por las puertas de esta ciudad.
Recuerda también el antiguo trono y comparándolo con el nuevo indica que el que se estrena es más elevado, brillante y aureado; y tuvo unas palabras de elogio para los ocho sabios oradores que le precedieron; quienes demostraron corrientes cristalinas de un portentoso mar de erudiciones.
Destacó la labor del Ayuntamiento, firmando tan justificado Cabildo para la publicación de estas Fiestas.
Resaltó también a los hijos de Villena cuando, hablando de María de las Virtudes, fabrican su idioma con los afectos y lo expresan a raudales con sus ojos.

Señalo varias citas:

“A quien la Majestad Divina colocó en Villena, una de las ciudades de nuestra España, a la parte Occidental.”

Respecto a Murcia indicó:

“Publíquelo todo este Reino; y principalmente su cabeza, mi amada patria murciana, en cuya ciudad, el Ilustre Cabildo Eclesiástico es tributario de esta Señora, anualmente con parte de sus diezmos, en deuda o satisfacción al beneficio de tener en su poder una de las mangas de su vestido, con la cual se extinguió la peste en dos ocasiones, que la ha padecido aquella Noble Ciudad, a cuya favor agradecida, se obligó con voto perpetuo, para eternizar su memoria en los siglos venideros”.

Realiza también una pequeña crónica de cómo se realizó la aparición de la Sagrada Imagen de la Virtudes, indicando lo siguiente:

“Su gloriosa aparición se simboliza en aquella nubecilla  a esa Divina Imagen de las Virtudes, en su aparición o hallazgo, inmediato a esa laguna, o a esa fuente que llamáis del Chopo”.

Continúa el relato, ahora centrado en la Virgen de las Virtudes y en las nuevas andas y trono; dedicando las siguientes palabras:

“Pasemos de la aparición de la Señora, a su colocación en esas aureadas andas y en ese argentado y elevado trono, transformando en otra a esta ciudad y a esta iglesia, cuando de sus andas toma quieta y pacífica posesión. Al ver colocada a esa divina Imagen en su trono, dice San Juan, que hizo tránsito la tierra. Alude sin violencia este tránsito, al que miramos en Villena de esta Divina Imagen de las Virtudes, haciendo tránsito de un templo a otro; de un trono ceñido a otro más excelso; de unas antiguas andas a estas nuevas, lucidas y vistosas”.

Dedica también un apartado a destacar la figura del corregidor de Villena, don Gaspar Delgado Llanos Moreda, de quien destaca el afecto que le ilustra y dice:

“Dando tu silencio, no sé qué resplandor a estas glorias, que desde el retiro de su modestia, nos ha hecho ver, en la erección maravillosa de esas regias andas y de ese majestuoso trono, o que es nativo carácter de su grandeza, desempeñar airoso sus empresas, o que en su afecto excede el desempeño de su grandeza, cuando corren por su cuenta los lucimientos de esta Señora…”

Seguidamente nos vamos a centrar en los elogios que dedica a Villena, como son:
“El nombre de Villena está significado en buen romance, de fuerza llena; luego el nombre de Villena hace una verdadera etimología con el renombre de fortaleza.
Pero aún  creo que no queda mi obligación desempeñada, si no confirmo con las proezas de esta ciudad, ser V.S. el robusto y fuerte athlante de que habla Benedicto. Y siendo cierto que pasión no quita conocimiento, permítaseme vocear lo que sin desdoro, mas sí con emulación de otros pueblos conozco, desde que mi fortuna me trasladó (no con poco consuelo mío) a alistarme bajo la sombra de su castillo, centro de la honra, taller de la ciencia, teatro de valor y fortaleza. Tú eres, ciudad ilustrísima, aquel árbol, que sombreando las corrientes, has producido y produces óptimos frutos de celo y fortaleza para la guerra, de virtudes y santidad para la Iglesia.
Méritos tuyos son los realces y privilegios con que los reyes antiguos y modernos te han ennoblecido; por tu fortaleza mereciste, que el rey don Fernando y doña Isabel, en el año 1476, concediesen el privilegio de que esta ciudad no pudiese enajenarse de tu Real Corona, que no pudiese ser vecino suyo el que tuviese quarto de moro ó de judío; y que todo vecino se liberase de pagar pechos y portazgos. La lealtad de V.S. estimuló a aquel guerrero rey don Phelipe Quinto, para honrar a esta ciudad, con hacerla Plaza de Armas de sus tropas, y que sirviese de antemural a los enemigos.
El valeroso denuedo con que V.S. defendió su partido el año de seis, sin haberle advertido, que sujeto alguno en esta población siguiese el partido contrario a su Majestad, echando de ver sí, que algunos de sus moradores se dejaron quemar vivos, por no apellidar a otro soberano, impelió al mismo rey para honrar a V.S. en justificada recompensa con que se llamase el ejemplo de lealtad.  El mismo don Phelipe (honra de nuestra España).
Habiendo visto el valor y fortaleza de V.S. y que solo con cincuenta hombres en ese castillo, se defendió del enemigo por espacio de ocho días, padeciendo gustosa saqueo y quema por no entregarse. Ilustró a V.S. el año séptimo de este siglo, con los gloriosos timbres de muy Noble, muy Leal y Fidelísima, dando a entender al mundo este animoso Monarca, que a esta fidelísima ciudad debió por entonces en sus sienes esta Monárquica Española Corona. Ésta es Villena, por sus hazañas: que por lo que hoy practica, la octava maravilla merecía; pues nunca más digna de las más eminente gloria, que cuando consagra su castillo, su león, su espada, fuente, peces, ala y pinos, para coronar con el escudo de sus armas el culto y Fiestas de María, mi Señora, de las Virtudes. Esta Señora sea el premio, senado ilustre, de la benignidad, vizarria y amor con que V.S. se empeña en obsequiarla…”

            Describimos también los elogios que dedica a los feligreses, dada la gran concurrencia de los fieles a ambas parroquias, en dos noches, a hacer las Vistas a la Virgen, a la vez que le ofrecen algunos dones,  indicando lo siguiente:

“Nada menos han mirado y admirado nuestros ojos en el místico Horeb de este Templo, en todo este novenario; puesto todo este pueblo y sus contornos han concurrido a porfía; cortejando en esas lucidas vistas, en dos competidos y devotos bandos, con sus dadivas a María, dándole en parte las gracias de haberles  comunicado en todas sus aflicciones regalos de los cielos.
¡Oh insignes moradores de Villena! ¡Oh verdaderos cuanto apasionados de María de las Virtudes! Yo solo me he quedado para daros repetidas gracias por tan magnánima heroica devoción, con que tan a toda costa os habéis esmerado en celebrar las glorias de esta Señora.”

Elogios también, para el escribano del Ayuntamiento de la ciudad, debido a que su familia bordó una correa para Nuestra Señora, en terciopelo negro, con sobrepuesto de oro y la regaló a la Virgen, luciéndola en esas Fiestas, así como en la actualidad, la cual se le pone en las romerías de traída y llevada a su santuario[1].
Finaliza con un elogio a los oradores que le precedieron en los días anteriores y finaliza con las siguientes palabras:

“Solo diré lo que en estos ocho días hubiese podido aprender de estos sabios y eruditos preceptores, ingeniosos oradores que me han precedido; como lo prometo lo veréis: suplicando a V.S. disimule por María de las Virtudes la latitud de mi exordio, que en el sermón prometo ser tan ligero como un Ave María.” 
        
            Tras este amplio preámbulo, se inicia la crónica de su sermón, en el  cual comienza resaltando la palabra “VIRTUDES”, indicando que consta de ocho letras y continúa relatando  que:

“Ocho son y ocho han sido los sabios y eruditos maestros, que en estos ocho antecedentes días, habéis oído panegirizar las glorias de esta Señora (refiriéndose a Ntra. Sra. de las Virtudes): Estos mismos son los que me han dado luz para elogiar a María: pues en cada una de las letras del título de Virtudes, veréis a cada predicador dibujado; saliendo de cada letra una idea distinta, contraída con la idea, que cada orador ha puesto en su respectivo día. Así cumplo lo que en el exordio prometí; así aprendo de estos sabios e ingeniosos maestros, y así también empiezo a discurrir.
La primera letra de Virtudes es V, que quiere decir Vara de Moisés, la segunda es I, que quiere decir Iris de la paz del cielo; la tercera es R, que quiere decir Reparadora de nuestra España; la cuarta letra es T, que quiere decir Tesorera de las gracias y dones celestiales; la quinta es U, que quiere decir Vencedora de Dios, para socorrer al hombre por medio de sus virtudes; la sexta es D, que quiere decir Divina Jardinera de esta ciudad; las séptima es E, que quiere decir Espejo en donde se miran favorecidos los hijos de Villena; y la última es S, que quiere decir salud eterna y temporal de sus devotos.
El sermón consta de ocho puntos; no se admira V.S. que aunque será todo tan cierto como el credo lo que diga, no tardaré ocho credos en decirlo, empiezo…”

El contenido de dicho sermón queda plasmado en casi veintisiete páginas, centrada en los puntos antes descritos. Si bien dejamos para el final una especial mención al corregidor de la ciudad, don Gaspar Delgado, manifestando el doctor Joseph Martínez su profundo agradecimiento por haber encargado, la primera autoridad local, la realización de un lienzo con la Imagen de Las Virtudes, pintura que calificó de muy primorosa.
Por último, recordar que fueron nueve días de fiestas, y en cada uno de ellos predicó uno de los más distinguidos oradores del momento. El día 8 de septiembre fue el doctor don Juan Alfonso Mellinas, Beneficiado Magistral de la Parroquial del Señor Santiago de Villena. El día 9 fue el P. fray Diego Lillo, lector jubilado, prior que fue del convento de San Agustín de Murcia; el día 10 le correspondió a M.R.P. fray Salvador Maura de los Dolores, predicador del convento de los Franciscanos Descalzos de Villena. En el día 11 intervino el M.R.P. fray Andrés Sánchez, predicador general del Sagrado Orden de N.P. San Francisco, en su convento de Observantes de Hellín. El martes día 12 de septiembre, le correspondió a M.R.P. fray Joaquín de la Ollería, lector dos veces de Filosofía y Sagrada Teología, predicador  en su convento de Capuchinos de Caudete. El día 6º, concretamente el miércoles 13 de septiembre, el orador fue el M.R.P. fray Julián de Valencia, predicador en su convento de Capuchinos de Biar. Al día siguiente le correspondió dar el sermón al M.R.P. fray Joseph Ibáñez Soriano, lector de Filosofía y sagrada Teología, Guardián actual en su convento de Franciscanos Descalzos de Almansa. El día 8º,  viernes 15 de septiembre, fue para el M. R. P. fray Antonio Navarro, lector jubilado, Visitador General y Ex provincial de la provincia de Valencia, del Sagrado Orden de San Francisco de Paula.
Para finalizar, el sábado día 19, el doctor don Joseph Martínez Pardo de la Casta, presidente que fue de Filosofía y Sagrada Teología Escolástica, por la Escuela Tomista en el seminario de San Fulgencio de la ciudad de Murcia y actualmente Beneficiado y cura propio de la Parroquial de la Señora Santa María de la ciudad de Villena, con su extraordinario panegírico que estuvo centrado en resaltar las virtudes de la Virgen y en el resumen tan acertado que realizó de los ocho oradores sagrados que le antecedieron en dichos días.

Chimo Sánchez Huesca

Este artículo se publicó en la revista anual Día 4 que fuera del año 2017



[1] No podemos precisar quién fue, ya que dicho año había cinco escribanos: Sebastián Calderón López, Joseph Pascual Benito y Vicente, José Antonio García de Mellinas y Vicente Gil de Borrás .