Páginas
Villena, rincones dibujados por el artista local BENIGNO LÓPEZ HURTADO
Inauguración del H. Continental en Paseo de Chapí nº 7
Atentamente invitados por los señores Alemany y Torres, a cuyo cargo se encuentra el H. Continental, fuimos a visitarlo detenidamente, quedando satisfechos de todas veras por el resultado de nuestra inspección.
El edificio construido
recientemente con el exclusivo objeto de dedicarlo a esta clase de empresas,
ofrece por su parte exterior un bonito
aspecto al que da mayor relieve la belleza del sitio en que se encuentra
situado, uno de los más pintorescos de nuestra ciudad.
En cuanto al interior, es
realmente soberbio;
las veinticuatro habitaciones repartidas en los dos pisos, están construidas
con arreglo a las prescripciones de la moderna higiene que permiten mantener en
ellas la más escrupulosa limpieza, teniendo además ventilación abundante y
agradables vistas al Paseo de Chapí y mobiliario completamente nuevo y de
inmejorable calidad, tanto por su parte estética como por su solidez.
Si á esto se añade la instalación
completa de luz eléctrica, timbres y agua; el esmero con que se encuentran
montadas la sala de espera y el cuarto de baños que supone un servicio necesario
v hasta una
comodidad para los huéspedes; el lugar en que se halla colocado junto a las
líneas férreas y muy cerca de Telégrafos y la probada maestría del cocinero D.
José Alemany, no habrá más remedio que convenir en que el establecimiento de
que nos ocupamos satisfará las exigencias de los más delicados y
descontentadizos y que nuestro pueblo se
encuentra de enhorabuena al tenerlo, porque supone para él una mejora
importantísima.
Anoche asistimos a la cena, con que se verificó la inauguración, servida con arreglo al siguiente Menú:
La concurrencia numerosísima que
llenaba el espacioso comedor, alabó como se merecía el selecto menú que copiamos y al cual hizo los
honores debidos, así como también a los vinos reseñados, que por su elaboración
esmerada y excelente calidad son inmejorables para la mesa.
Cuantos asistieron al banquete
quedaron complacidísimos, elogiando la labor de los señores Torres y Alemany,
a los que les deseamos todo género de
prosperidades en el negocio emprendido.
El Bordoño
nº 92, 30-8-1908
Biar, historia de la masía Santa Aurelia de L'Arguenya, de la mano de Gimeno
La tahúlla: análisis matemático de la medida la tahúlla en Villena, realizado por el maestro don José Chanzá en 1908
Perdona, lector querido, si hoy distraigo tu atención con materia tan árida como la matemática, pero muéveme a ello un asunto muy interesante como es determinar el valor exacto y la justa medición de la unidad agraria que se emplea en la localidad, conocida ordinariamente con el nombre de tahúlla. Esta palabra, usada solamente en el reino de Murcia, equivale allí a la sexta parte de una fanega superficial y tiene por lo tanto un valor de 11,20 áreas muy diferente de la nuestra.
Al
resolver en
la escuela de mi cargo problemas de
reducción de unidades del sistema
antiguo al moderno y
viceversa, cuando llegaba su turno a las agrarias, había admitido corno exacta la
equivalencia generalmente empleada por los Agrimensores y aceptada por las
Notarías y Registro de la Propiedad. Esta equivalencia era de 8,56 áreas u 856
metros cuadrados, valor en unidades modernas de la tahúlla.
Llamáronme
los mismos discípulos la atención sobre el hecho de que había Agrimensor que discrepaba de esta opinión, atribuyendo a
la tahúlla menos valor del generalmente aceptado. Ante tal divergencia de
pareceres y por ser asunto de gran interés local, movióme a estudiarle buscando
antecedentes que no existen en el Archivo municipal ni han podido
proporcionarme, por ignorarlos, personas de quienes los he solicitado.
Pero
a falta de estos antecedentes, hay un testimonio vivo en el muro de la
parroquial de Santiago recayente a la calle de Ramón y Cajal que puedo
orientarnos y servir de guía segura en la investigación que nos proponemos.
Allí sobre la piedra, se halla grabada la dimensión del lado de la tahúlla,
principiando en el centro de un escudo, cerca de la esquina y siguiendo hacia
la torre marcada por una serie de crucecitas hasta terminar cerca del machón de
dicho muro en el centro de un cuadrado.
Medida
esta trayectoria, se ve que tiene 32 varas que arrojan en conjunto 29'2 metros
de longitud, correspondiendo por lo tanto a cada una de aquellas 0,9125 metros
lineales de lado. No podemos, pues, abrigar duda alguna de su autenticidad de
testimonio de tal valía, por lo
Sólo
nos resta hacer operaciones que nos resuelvan el problema que tratamos.
Si
la tahúlla tiene de lado 32 varas lineales, estará compuesta por 1.024 varas
cuadradas, resultado de multiplicar 32 por 32. Si cada vara tiene de lado
0,9125 metros, multiplicando dicha cantidad por sí misma, el producto obtenido
será la equivalencia de la vara cuadrada con el metro cuadrado.
Hecha
la operación sin despreciar ninguna
cifra decimal, resulta que cada vara cuadrada es equivalente a 0,83265625
metros cuadrados y si despreciamos la cifra 5 de las diez milésimas obtenemos
0,8322.
Ahora
bien; si una vara cuadrada es igual a 0,83265625 metros cuadrados en el primer
caso, o a 0,8311 metros cuadrados en el segundo, las 1.024 varas cuadradas que
forman la tahúlla equivalen a 852,64 metros cuadrados y 851,70 respectivamente;
y tomando un término medio para facilitar operaciones y despreciar cifras
decimales, diremos que una tahúlla tiene 852 metros cuadrados, o sea 8 áreas y
52 centiáreas, que debe servir de base en las mediciones y en las reducciones
legales.
¿De
dónde parte el error al atribuir a la tahúlla mayor magnitud de la que en
realidad tiene? De hacer equivocadamente la reducción. Para ello se multiplicó
1.024 varas cuadradas que tiene la tahúlla por 0,836 metros lineales de
equivalencia que tiene la vara en Castilla, cometiéndose con ello dos errores:
el primero dando a la vara de la tahúlla distinto valor del que tiene, que no
es 0,836 sino 0,9125, y el segundo al tomar como base de equivalencia cuadrada
una equivalencia lineal.
El
afán de esclarecer un punto que tanta importancia tiene en las transacciones
agrícolas me ha impulsado a escribir el presente artículo, creyendo por otra
parte que nadie se pueda resentir por él, pues la verdad debe resplandecer y
sentando la justa equivalencia en el asunto que dilucidamos no se lastiman los
intereses del comprador ni del vendedor de una finca.
Si
he cometido algún error de interpretación o de cálculo, mucho agradeceré se
aduzcan razones convincentes que me saquen de él y quede resuelto de una vez el
problema que nos ocupa.
El Bordoño nº 85, 12-7-1908