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VILLENA- CRÓNICA DE LAS FIESTAS DE 1884

 El Serpis, periódico de la mañana, Alcoy 05-04-1884

 

Habla de que el cuarto centenario de la aparición de la Virgen de las Virtudes en la fuente del Chopo va a ser celebrado con lujo y entusiasmo sin igual, como corresponde a la veneración y fe que a aquella milagrosa imagen profesan todos los hijos de Villena.

Esta fiesta debió celebrarse en 1874, más lo impidieron los tristes acontecimientos a que daba lugar la guerra civil.

Durará nueve días y a ella se asocia el ayuntamiento y la ciudad en masa. Se prepara para el mes de setiembre y con motivo de ella se realizarán algunas mejoras en el convento que guarda la Imagen, reponiéndose el piso del hermoso claustro  que da acceso a la Iglesia, componiéndose cristales y otras y otras obras de esta índole que requiere un monasterio  tan visitado por fieles de lejanas tierras.

También parece que se propone la reposición de la cruz cubierta de la ermita de San Sebastián, obra antiquísima y de arte, que cayó por el tiempo y la incuria y yace hoy olvidada en un rincón. La torre de la iglesia parroquial de Santiago también recibirá alguna mejora.

De las funciones religiosas poco se dice aún, más no así de las fiestas y demostraciones populares. No faltarán comparsas de moros y cristianos y además de las fachadas de las iglesias engalanadas, se presentarán también iluminaciones en muchas casas y habrá músicas y fuegos artificiales en calles y plazas en honor de la patrona.

Estas fiestas demostrarán el entusiasmo y veneración que merece a la ciudad de Villena su patrona milagrosa Imagen aparecida en 1474, y que vino a cortar las enfermedades que hasta entonces diezmaban la población, tan cruel como frecuentemente.

 

Año 1884: IV Centenario de la aparición de la Imagen de Ntra. Sra. de las Virtudes

 

En el año de 1884 se celebraron los cuatrocientos  años de la aparición de la Imagen de Nuestra Señora de las Virtudes.

Del porqué no se celebró en 1874 y se llevó a cabo diez años después, trataremos seguidamente y de manera muy escueta, para pasar a continuación a detallar las distintas circunstancias que a lo largo de 1884 se sucedieron en nuestra población con motivo de los preparativos para la celebración de las Fiestas del Centenario.

Comienza este relato con una sesión municipal, celebrada el 16 de septiembre de 1883, que estuvo presidida por su titular don Luis García Poveda. En ella se abordó un asunto de especial interés para los festeros de aquel entonces, puesto que consistía en determinar la celebración en el año próximo del IV CENTENARIO DE LA APARICIÓN DE LA VIRGEN DE LAS VIRTUDES, y a ello hace mención el texto que figura a continuación y que corresponde al acta, que de dicha sesión redactó el secretario municipal, don Pedro Eugenio López Chapí.

 

«A petición verbal de los capitanes de las comparsas de Moros y Cristianos que han contribuido a solemnizar las funciones que, en honor de nuestra Patrona se han celebrado en estos últimos días y vista la general simpatía con que ha sido acogida por el pueblo de Villena la idea de Conmemorar el centenario de la Aparición de la Imagen que la representa, haciendo en su obsequio grandes festejos y cuya conmemoración no pudo efectuarse en el año de 1874 que es cuando correspondía, por causas de las guerras civiles que asolaban el país, acordó la Corporación que desde luego se anuncie el propósito que obliga de que en el año próximo de 1884 y primeros días del mes de septiembre se celebren fiestas en memoria de aquel suceso, a cuyo efecto conceden las más amplias facultades al Sr. Presidente y a las comisiones de festividades para que reúnan los diferentes gremios de artesanos, a los labradores y a los individuos que componen las comparsas de moros y cristianos, a fin de que nombren comisiones de su seno y cada una de por sí convenga en los festejos que ha de hacer y para que estudie los que han de verificar el Ayuntamiento, calculando a cuanto podrán ascender los gastos, al objeto de consignarlos en el presupuesto municipal del año próximo, no omitiendo todo lo necesario para que resulte un obsequio digno de nuestra Patrona y Señora María Santísima de las Virtudes».

 

Transcurría el año esperado y no surgió nada destacado sobre dicha celebración hasta el 11 de mayo, fecha en la que se celebró sesión municipal, presidida por un nuevo Alcalde, Francisco Hernández Hurtado y entre otros temas se abordó el de la consignación en el presupuesto municipal de la cantidad de cuatro mil pesetas, destinadas a sufragar los gastos que se originasen con motivo de las fiestas del Centenario.

Siete días más tarde fue abordado nuevamente el tema del Centenario, debido a un escrito que presentó don Trinidad de Juan y que fue suscrito por gran número de vecinos. En dicha petición los firmantes exponían su confianza en que la actual Corporación desplegara todo su celo para que dicha festividad fuese digna de tan alto objeto, suplicando que se consignase en el presupuesto municipal una cantidad que no bajase de once mil pesetas y que se destinase a auxiliar a la Junta de la Virgen, puesto que carecería de recursos para poder atender los gastos de adorno del templo de Santiago, a subvencionar a las comparsas para el pago de las Bandas Militares que las acompañaran y a los otros gastos que llevarían consigo este tipo de fiestas, castillo de fuegos artificiales, limosnas a pobres, etc.. En otro apartado rogaban también se estimulase el celo de las comisiones de distrito a fin de que se adornasen las calles y plazas.

La Corporación, después de discutir el contenido el escrito denegó la cantidad solicitada, indicando que con anterioridad ya habían sido aprobadas cuatro mil pesetas y por tanto consignadas en el presupuesto municipal.

Finalmente acordó que se convocara a las comisiones de distrito, a los capitanes de comparsas, labradores y demás personas que se creyere conveniente a fin de allegar recursos y disponer la clase de festejos, que se proponían, dándose cuenta al Ayuntamiento del resultado de dichas gestiones.

Tal instancia debió ser tratada con cierta tensión, puesto que resulta curioso que al fin de dicha sesión presentaran su dimisión dos Tenientes de Alcalde.

Una nueva insistencia, con fecha 22 de junio, protagonizó don Trinidad de Juan, al remitir al Ayuntamiento otra petición, esta vez en representación de los demás jefes de las comparsas que en simulacro de Moros y Cristianos debían tomar parte en las funciones cívico-religiosas. En la misma se indicaba que era necesario que el Ayuntamiento designara los días en que habían de efectuarse dichas funciones, a fin de poder ajustar las Bandas Militares que habían de tomar parte en ellas.

La Corporación, tras una discusión, acordó que la sagrada Imagen se trajese a Villena la tarde del día 4, que los festejos se verificasen los días 5, 6, 7 y 8 y el día 9 por la mañana se trasladase al Santuario.

Petición más trascendente fue la que se abordó en la sesión municipal del 10 de agosto, en la que gran parte de los individuos que componían la Junta de la Virgen solicitaron que, teniendo previsto efectuar una misa de Réquiem por el alma de todos los fallecidos desde el último Centenario la mañana del día 9, la Virgen se trasladase el día 10.

Se daba también la circunstancia de que los directores de las Bandas no podían presentarse el día 4 de septiembre por estar comprometidos con otras funciones y sí el día 5. La Corporación vio con agrado semejante modificación y accedió a ella.

El momento cumbre se acercaba; el 24 de agosto un repique general de campanas y un bando daban cuenta a toda la población de tan feliz acontecimiento, que fue también complementado con la publicación de un libro que titulado «Historia de la Virgen de las Virtudes» publicó don José Zapater García.

Es de suponer que los festejos comenzaron con toda la brillantez con que se diseñaron; lo que si sabemos con certeza es que la Virgen llegó a Villena la tarde del día 5.

Pero esa alegría que invadía todos los rincones de nuestra ciudad desapareció el día 7. Las Fiestas tocaron a su fin. La Corporación Municipal, atendiendo al clamor del vecindario, que se encontraba amenazado de que la población fuera invadida por el cólera, acordó que se suspendiese el traslado de la Imagen de nuestra Patrona a su Santuario hasta que pasase el peligro que amenazaba Villena. Se vigilaron estrechamente todas las entradas a la población, el hospital fue provisto del material necesario y se establecieron diversos cordones sanitarios.

La epidemia, que atacó duramente algunas zonas de la provincia -- Elche, Monforte del Cid, Novelda--, no llegó a Villena y el día 30 de septiembre por el Boletín de la provincia, se tuvo conocimiento de que el peligro había cesado.

En la sesión municipal celebrada el 4 de noviembre se trató la conveniencia de llevar a efecto una acción de gracias a nuestra Patrona por haber librado a la ciudad de la epidemia colérica, acordándose que dicha acción se celebrase el día 30 de ese mismo mes, trasladando al día siguiente la Sagrada Imagen a su Santuario.

El 23 de noviembre las circunstancias cambiaron, una nueva epidemia invadía algunos pueblos de España y por tanto se suspendió dicho acto y por tanto el traslado, continuando nuestra Patrona en Villena.

Cabe destacar la presencia, en tan destacada celebración, del hijo de esta ciudad y eminente orador sagrado Rvdo. D. Juan Chaumel Jorge -a quien Villena dedicó una calle situada junto a la Puerta de Almansa-, quien se prestó a predicar gratis todos cuantos sermones fueran necesarios para solemnizar la Fiesta del Centenario. El Ayuntamiento, en señal de agradecimiento le obsequió con una escribanía de plata que costó ciento veinticinco pesetas.

 

Detalle de los gastos de dicha celebración:

 

Objetos diversos para iluminación de la Casa Consistorial… 24.- Ptas.

Bandera Española de grandes dimensiones, traída desde Barcelona y con destino al balcón del Palacio Municipal… 51.- Ptas.

Varios efectos para solemnizar el Centenario (telas, farolas y enseres para adornos en C. Consistorial… 164,25. -Ptas.

Para encalar la parte baja de la C. Consistorial… 10.- Ptas.

Cantidad entregada a los capitanes de comparsas José Martínez, Antonio Molina, José María Botella, Francisco Hernández y Pedro Román, para pagar a los Músicos… 625.-Ptas.

Templete de madera construido por Santiago Esteve y que fue colocado en la ermita de San Sebastián… 750.- Ptas.

 NOTA:

La bibliografía procede de datos del Archivo Municipal de nuestra ciudad (Libros de Actas y Documentos) y el artículo fue publicado en la revista Villena de 1984 por Joaquín Sánchez Huesca.

 

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