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Crónica de las Fiestas de Moros y Cristianos de Villena en 1906


El Bordoño nº 13 y nº 14: 9-9-1906 y 16-9-1906

Crónica de las Fiestas de 1906

Consta de dos partes. Resaltamos de la primera, el estreno de un pasodoble titulado “El Gurugú”, compuesto por el maestro villenense don Quintín Esquembre Sáez  y que fue aplaudido con muchísimo entusiasmo. Su interpretación estuvo a cargo de la Juventud Musical Villenense.

Crónica publicada el 9-9

Desde las columnas de nuestro modestísimo semanario, saludamos a todos los forasteros que con su culta presencia han honrado nuestra Ciudad y contribuido a la animación que en estas fiestas ha habido. Las bellas forasteras, unidas en armónica atracción a nuestras hermosas paisanas, han convertido los balcones y calles de Villena en esplendido jardín de rientes y lozanas flores. Y no solo derrochaban belleza, sino que demostraban su cultura y amor al arte, oyendo, ensimismadas, las sentimentales melodías y armonías de las bandas y contemplando con ojos de ensueño las vistosas luces de colores de las iluminaciones.

En el número de la entrada de las comparsas, a pesar del cielo gris, oscuro, amenazador, que bellamente contrastaban las francas sonrisas v las luminosas miradas de todas las jóvenes con aquellos negros nubarrones que cerníanse sobre nuestras cabezas.

En las veladas musicales que las bandas de Ingenieros, Primitiva de Alcoy y Juventud Musical Villenense han dado, contemplábamos al auditorio y nos seducía su atención, su recogimiento ante las bellas manifestaciones del arte de Mozart, Beethoven y Wagner. Aquellas melodías sonaban más gratas a nuestros oídos porque nos hacían vivir, a forasteros y paisanos, en horas de paz y fraternidad.

En la procesión de la Virgen, también daba gozo contemplar el aspecto tan deslumbrador que aquella presentaba. Los semblantes femeninos se iluminaban con la plácida luz de la fe, si bien de vez en cuando brillaban los apasionados ojos de las jóvenes al divisar allá abajo otros rostros llenos de amor que extáticos les contemplaban.

Salud, bellas forasteras, hermosas paisanas; salud, cultos forasteros y paisanos cultos. La redacción de El Bordoño  se muestra agradecida a todos vosotros por haber contribuido al mayor esplendor de nuestras fiestas. Salud.

El festejo de la entrada de las Comparsas y de la Patrona ha revestido este año caracteres de verdadera originalidad.

Dichas comparsas precedidas por la banda Juventud Musical Villenense y seguidas por el Real Batallón Infantil y la banda de Ingenieros, hicieron su acostumbrado recorrido entre aplausos y risas de jóvenes que contribuyeron a dar a esta especie de cabalgata un aspecto brillantísimo. Las escuadras de gastadores de las comparsas fueron obsequiadas con licores en el Circulo de La Unión y en el Circulo Villenense. En el trayecto desde una a otra sociedad estrenó  la banda de Villena un sencillo e inspirado pasodoble, original de nuestro paisano Quintín Esquembre Sáez, titulado El Gurugú y que fue escuchado religiosamente y aplaudido con entusiasmo.

Toda la tarde estuvo amenazando el tiempo, pretendiendo deslucir el festejo y obsequiarnos con un chubasco. A medida que la noche avanzaba iban aumentando los relámpagos y los truenos que anunciaban la tempestad y apenas acabo de entrar la Imagen de la Virgen en la ermita de San Sebastián, cuando descargo sus furias en forma de lluvia torrencial que duro más de una hora.

El espectáculo de la llegada de la Virgen resulto verdaderamente fantástico. El cielo estaba completamente abierto; líneas eléctricas cruzaban la atmosfera continuamente y a las salvas de las comparsas se unieron las que la naturaleza prodigaba en forma de inmensa descarga de truenos.

Pasado el temporal, se verificó de prisa la procesión de la Patrona, que penetró en Santiago momentos antes que empezara la segunda parte de la lluvia.

Después de mucho esperar se tranquilizó el tiempo y con bastante fresco y humedad se verificó la velada en la Corredera, donde fueron muy aplaudidas las dos bandas que tomaron parte.

Por falta de tiempo y espacio no damos mas detalles de los festejos.

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Crónica publicada el 16-9, titulada “Las pasadas Fiestas”

Aunque un poco tarde, por las condiciones especiales de este semanario, nos creemos en el deber de indicar algo en el presente número acerca de la impresión obtenida en las fiestas celebradas hace pocos días.

La opinión que en general nos han merecido las comparsas ha sido satisfactoria. El desfile que en compañía del Real Batallón Infantil y acompañadas por todas las bandas de música hicieron en la tarde del día 5 resulto brillantísimo y lucido; solo podemos indicar una nota desagradable que es la dada por la comparsa de Estudiantes, al presentarse en dicho desfile sobre un lujoso carro, haciendo alarde de su delicado paladar y su excelente gusto musical. A nosotros nos parece que tal libertad no debió tolerarse, y que en lo sucesivo debe prohibirse que tomen parte en los festejos las comparsas que no reúnan el número suficiente de individuos, para no constituir la parte ridícula de un acto culto.

Además, consideramos digno de mención el hecho de que por concurrir a un entierro la mayoría de las comparsas con sus respectivas músicas el día 7 por la tarde, tuviera que verificarse la clásica embajada casi de noche. Señores capitanes: respetamos su buena intención, pero acaso el público no tiene cierto derecho a exigir que se celebren los festejos a las horas que anuncia el programa oficial?... Dudamos de que las autoridades impusieran a las comparsas que faltaron el consiguiente correctivo.

Respecto a músicas, podemos decir que ha sido este uno de los años más brillantes que recordamos.

Todas las bandas fueron muy aplaudidas, tanto en el desfile del día 5, como en los pasacalles y retretas de los demás días. La impresión que ha producido la banda de Ingenieros, como esperábamos, ha sido entusiasta y grandiosa; de extraordinario puede calificarse el éxito que en nuestro pueblo ha tenido su primera visita, pues durante su estancia en ésta, no dejó un solo momento de recibir el testimonio de la admiración que en nuestra culta población ha despertado. La mañana de su llegada no pudo ser más desapacible, y sin embargo, un público numerosísimo salió a esperar a dicha banda, la cual, agradecida por tan espontaneo recibimiento, dio un pequeño pasacalle desde el paseo de Chapí a la plaza de Santiago. En los varios conciertos con que ha recreado el oído de villenenses y forasteros, recibió continuas ovaciones por la interpretación tan magistral y delicada que dio a las obras ejecutadas.

También la banda Primitiva de Alcoy ha cosechado muchos aplausos por su buen gusto y perfecta afinación, demostrando, una vez más, que son artistas de corazón.

La banda de Villena llamó la atención de los forasteros por la correcta formación que lleva en sus marchas, siendo vitoreada el día de la entrada y muy aplaudida durante la velada que dio en la Corredera en la noche del día 9. Las demás bandas demostraron con creces su buena voluntad.

           El espectáculo taurino de la Corredera, no ha hecho más que despertar en nosotros y en gran parte del público, la mas enérgica protesta, por lo cual prometemos hacer cuanto este de nuestra parte para que desaparezca, lo antes posible, este bárbaro e ilegal espectáculo.

Ha llamado poderosamente la atención la vistosa iluminación que el día 7 lució en la plaza de Santiago, y en la Corredera los días 8 y 9, así como también resultaron muy lucidos el festejo de la alborada y el desfile y retretas del Real Batallón Infantil.

Las funciones religiosas se han celebrado con la acostumbrada solemnidad, siendo de notar el orden que presidio en la procesión del día de la Patrona y la cariñosa plática que desde el púlpito dirigió a sus oyentes el ilustre párroco de Sax y fogoso orador villenense don Gaspar Archent.

Finalmente, habremos de decir que en todas las fiestas ha reinado la  mayor anarquía en cuanto se refiere al cumplimiento del programa oficial. Las misas de campaña que éste anunciaba para los días 6 y 8, no pudieron celebrarse por no haber autorización del señor Obispo. También se suprimió la traca que debía haberse quemado el día 6 a las nueve de su noche.

De todo lo cual deducimos que, existiendo valiosos elementos para la mayor brillantez de nuestras fiestas, no resultan como serían de desear por la apatía de los villenenses en general y de las autoridades en particular.

Villena, 2 abril 2020:  fecha de la transcripción de la citada crónica

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