Para los que hemos vivido en la calle Mayor y hemos conocido la ubicación de los dos establecimientos citados, nos produce una gran ilusión varias cuestiones:
- recordar momentos del pasado.
- volver a ver los suelos de ambos inmuebles
- la posibilidad de encontrar restos de la Torre del Reloj (Orejón), más otras cavidades que pueden resultar de gran interés.
En definitiva, una excelente ocasión de ofrecernos la posibilidad de recordar momentos del pasado.
Felicidades a quienes han tenido el detalle de contribuir al recuerdo de nuestro pasado.
En el tintero me dejo otros aspectos del solar, como son los escalones que habían en el centro de la calle y que impedían la circulación de vehículos desde Santa María a Santiago, así como la fuente de agua caballera (de la Comunidad de Regantes de la Huerta y Partidas), en la que le llenaba el botijo que mi abuelo «El Tio Jaime» tenía en su kiosko.
Como apuntes históricos destaco algunos más:
Indicar también que, bajando por la calle Maestro Caravaca, junto a la Ferreteria Ferrer había una peluquería de señoras y a continuación una tapicería, en la que, entre otras actividades, realizaban mochilas para las comparsas que las usan (Moros Viejos, Moros Nuevos y Marruecos).
A finales de los años 60, siendo alcalde don Pascasio Arenas López, se realizó el ensanche de la calle Mayor, suprimiendo la esquina que había entre las casas núms. 9 y 11 de dicha calle, retranqueándose las fachadas de las casas de los Campos Iglesias, Joyería Esquembre e imprenta de Muñoz, igualándose al edificio que había construido Luis "El pañero".
A inicios de los setenta, la ferretería se trasladó a la avenida de la Constitución y allí se instaló un bar, que también fue churrería. Las escaleras situadas en el centro de la calle, que estaban entre la citada ferretería y el taller de calzado de Regino Busquier fueron suprimidas.
Indicar también que, bajando por la calle Maestro Caravaca, junto a la Ferreteria Ferrer había una peluquería de señoras y a continuación una tapicería, en la que, entre otras actividades, realizaban mochilas para las comparsas que las usan: Moros Viejos, Moros Nuevos y Marruecos.
Tras el ensanche de la calle Mayor, únicamente quedó la esquina de calzados La Ocasión y junto a ella estaba la sombrerería de Leovigildo (Olvido y Olvidín, muy conocidas por la confección de turbantes y gorros para las comparsas de Fiestas de Moros y Cristianos), haciendo esquina con la calle del maestro Caravaca.
Continuaremos recordando, otros aspectos muy significativos y curiosos de la importancia que siempre tuvo en nuestra ciudad, la calle Mayor y sus aledaños.
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Por gentileza de Pedro Villar y Joaquín Sánchez
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