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Curiosidades de la Semana Santa entre los años 40 y 70 del siglo XX

En aquellos años, durante la Semana Santa, los establecimientos recreativos cerraban sus puertas y Radio Nacional emitía música clásica, sólo interrumpida por la lectura del parte de cada hora.

Durante la Cuaresma y Semana Santa se producía un cambio radical en las costumbres, principalmente en las alimenticias, de ahí que se prodigara la olla con algunos mariscos y pescados (especialmente el bacalao). A esos días los llamábamos “de vigilia”.
En los días de Semana Santa era cuando nuestras madres amasaban las toñas y monas con güevo para las Pascuas. En un tablero de madera y colocado sobre la cabeza, se llevaban al horno y siempre me sorprendió que al amasar la harina en el lebrillo se le hacía la señal de la cruz.
La víspera del Domingo de Ramos eran tapadas con telas moradas las imágenes que estaban en las iglesias.
En Villena, en la mañana del Domingo de Ramos, cada parroquia tenía su correspondiente procesión. En Santa María se tomó la costumbre de que comenzara en San José y predominaban las ramas de olivo, en cambio en Santiago asistían en pleno la Corporación Municipal y la Junta Local del Movimiento, luciendo unas palmas altísimas que eran costeadas por las arcas públicas. En ambas iglesias el primer banco de ambos lados, estaba reservado para las “altas esferas” de la localidad.
Los sacerdotes se veían desbordados ante  las largas colas de feligreses que acudían a los confesonarios.
Era costumbre vestir elegantemente el Jueves y Viernes Santo. En la tarde noche del jueves y la mañana del viernes se acudía a visitar los distintos “monumentos” instalados en los templos en lugar distinto del Altar Mayor. En el caso de Santiago se colocaba en la capilla de la Comunión y en Santa María en la capilla dedicada a doña Catalina Ruiz de Alarcón. En Santa María, el Turno San Pascual Bailón de la Adoración Nocturna de Villena,  celebraba “Vigilia Extraordinaria” durante toda la noche del jueves a la mañana del Viernes Santo, por lo que las puertas de la iglesia permanecían abiertas toda la noche.
Resultaba también curioso ver a todas las fuerzas vivas de la ciudad (civiles y militares), recorriendo en comitiva, las calles de Villena, para visitar todos los monumentos, acompañados también por los agentes de las Fuerzas Públicas.
La Guardia Civil portaba sus mosquetones con el cañón hacia el suelo, se le denominaba “a la funerala”.
En Los días de Jueves y Viernes Santo, hasta la última reforma eclesiástica, no se tocaban las campanas y en la iglesia de Santiago, nos cuenta Juan Manuel Mataix Collado, que en el año 1955, siendo monaguillo, subía al campanario a dar vueltas a la matraca, para avisar del inicio de los Oficios. Su construcción data de 1900 y continúa en  buen estado de conservación.


 Galería de imágenes de aquella época












Archivo de veliusycia 

1 comentario:

Vicente blanes dijo...

La foto que sale el círilo es la calle Maestro Guillén.